-11 años
Lisa y Olivia no dejaban de fastidiarme. De un día para otro les había entrado en la cabeza la odiosa idea del primer beso.
Era repugnante, yo seguía creyendo que eso era sólo un método para traspasarse baba. Olivia nos había confesado que una chica de la escuela le pidió un beso y que ella se lo había dado. A la semana llegó Lisa diciendo que consiguió que un niño la besara. Y ahora esperaban mi turno. Mis labios estaban sellados, no besaría a nadie. No estaba dispuesta a correr ese riesgo, podría contagiarme alguna enfermedad, besarse era muy peligroso.
—Vamos, no tiene nada de malo. Es la mejor sensación del mundo, son como miles de mariposas en tu estómago... -argumentó Olivia mientras comíamos helado en la terraza de mi casa.
—Y además te tiemblan las rodillas... es tan romántico -siguió Lisa y ambas suspiraron a la vez. Yo resoplé y me llevé una gran cucharada de helado a la boca.
—No, gracias. Paso. Y aunque quisiera, jamás lograría que alguien me besara, soy Blair la descerebrada, Blair la torpe, Blair la inútil... —podría seguir nombrando los apodos que me ponían mis compañeros, pero no quería amargarme la tarde recordando lo cruel que podían ser los niños.
Jessica me decía que no les prestara atención, que nuestro padre era el jefe de ellos y que si me apetecía podía hacer lo que quisiera. Jessica se estaba transformando en una chica malvada con el correr de los años.
—Bueno, entonces con una niña que no vaya a nuestra escuela —me dijo Olivia y algo se encendió en su mirada. Noté que Lisa estaba con el mismo rostro cómplice, se miraron y sonrieron.
—Y que esté cerca, que te conozca y que se muera por ti. ¿Se te ocurre alguien Olivia? —preguntó Lisa. Me estaban asustando, sonreían de una manera amenazadora.
—Sea quien sea, no lo haré. Sólo tengo once años, quiero vivir mi infancia sin enredos amorosos.
—¡Blair, es normal! - exclamó Olivia. Que testarudas eran mis amigas.
—¡No lo haré! —les grité— No besaré a nadie.
—Bien, si esa es tu decisión -Lisa se cruzó de brazos y miró de soslayo a Olivia, quien hizo lo mismo y se pusieron de pie—. No beses a nadie, no te podemos obligar. Pero... nunca mencionaste algo sobre si una niña
te besara.—¡No, no, no, no! —les espeté. Las corrí de mi casa y les dije con seriedad que me hablaran cuando pensaran racionalmente.
A la mañana siguiente, me encontré en el desayuno con Taylor. Desde que se cambió de escuela se había vuelto más esquiva conmigo. Intenté hablarle y decirle que haría sufrir a Emily, pero ella parecía estar en otro mundo, así que desistí y en semanas las cosas quedaron como antes. Saludé a Olga, que me preparaba un tazón con cereales y pan tostado, y le dediqué una fría mirada a Taylor como unos buenos días. Sin embargo, a diferencia de los otros días, ella no se levantó de su silla y dejó su comida a medio terminar, sino que se quedó allí con la mirada perdida observando su cuchara.
—Blair quiero hablar contigo - me dijo de repente. Olga nos miró y sonrió.
—Le llevaré el desayuno a tu madre,
Blair -tomó una bandeja con una taza de café y unos pastelitos de fresas y salió, dejándonos solas.—¿Qué quieres? —Ella se acomodó en su silla y presencié algo que nunca esperé por parte de ella: inseguridad. Abrí la boca como tonta, Taylor la niña lista de todos los tiempos estaba nerviosa. No pude evitar reírme.
—¿De qué te ríes? —me preguntó.
-De nada —le respondí, pero no pareció muy convencida. Jugó unos minutos más con la cuchara y se puso de pie con la cabeza gacha.
Incliné mi cabeza para mirarla a los ojos y me fijé que sus mejillas estaban encendidas.
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Marry me | Taylor Swift
Fanfiction"-Y por todo el cariño que te tenemos, Taylor -dijo mi padre, radiante con su traje negro que fue especialmente hecho para la ocasión -queremos que formes oficialmente parte de esta familia. Así que este es nuestro regalo de cumpleaños, la mano de n...