SONRÍE

Deliciosa Gordura

Bruno era un niño como cualquier otro, un niño promedio, con calificaciones que no pasaban de la D o de la B, y con problemas sociales, el sufría en silencio, pero la escuela no era nada comparada con lo que le esperaba en casa...si bien es cierto que todos los días, los bravucones se hacían con el para burlarse, molestarle y golpearlo, (y eso solo por su apariencia), la puta madrastra con la que vivía, o al menos así era como el la llamaba a sus espaldas, era mal veces peor que cualquier bravucón de cualquier parte del mundo...la madrastra Winnie...

Winnie:llegas tarde muchacho!, Cómo siempre!

Bruno:lo lamento, me entretuve haciendo las compras en el supermercado

Winnie:te entretuviste, de seguro estuviste tragando a escondidas, verdad?!?!, Si algún día los del supermercado se enteran...

Bruno:que coma mucho aquí no significa que agarre cosas que no he pagado y me las coma!

Winnie:bueno, en fin...cómo siempre eso me tiene sin cuidado, puedes tragarte hasta las croquetas del perro si quieres!, Pero siempre y cuando no dejes de mover ese culo gordo y grasiento, haciendo las tareas que te pertenecen

Bruno:seré gordo, pero al menos no soy un flojo de como tú

Musitó por lo bajo, pero para su desgracia, no lo bastante como para que su madrastra no lo escuchará por lo que está, termino dándole un buen golpe en la boca.

Winnie:que es lo que dijiste maldito mocoso?

El niño no mostró ganas de llorar, al menos, no delante de su tutora adulta, eso hubiera sido un signo de debilidad y hubiera echo que su madrastra se enojara todavía más con el por estar mojando el piso con sus lágrimas.

Bruno:nada

Winnie:eso creí, ahora mueve ese culo y ponte a trabajar

Y el niño puso manos a la obra mientras al mismo tiempo se preguntaba como su padre había pasado de tener buen gusto (al casarse con alguien como su madre), a tener el pésimo gusto de que le gustará una bestia como Winnie, también miro de reojo su cuerpo y reconoció que su desagradable madrastra tenía algo de razón, estaba engordando más de lo habitual, antes comía bastante bien, se podría decir que sus hábitos alimenticios eran los de un niño normal, habían subido un poco tras la muerte de su madre, agregando postres al final de cada platillo del día, después su medida subió una vez más, cuando su padre se casó con esa horrible mujer que lo acaba de regañar y lo que terminó por hacerlo engordar aún más, como cerdo al matadero, fue la muerte de su padre, la cual fue inesperada y no dejo otro remedio que hacer que el niño se quedará a cargo de la mujer que toda la vida había odiado, saco del armario que estaba subiendo los escalones, una escoba y un recogedor en una mano y en la otra un trapeador y una cubeta.

Bruno:que mi maldita rutina de ejercicio diario empiece

Se dijo para si mismo el niño...empezó a hacer limpieza de arriba para abajo, en los dos pisos en los que vivía, está de más decir que su madrastra no movía ni un solo dedo, lo único que hacía era sentarse todo el día en el sillón a ver la tele o a leer las antiguallas de revistas que tenían, en una ocasión mientras el niño hacia el aseo, hace como unos dos o tres años...la madrastra veía la tele con un banquito que sostenía sus pies, horriblemente maltratados y con uñas esmaltadas.

Winnie:no hay nada bueno en la televisión

Se quejo para si misma la madrastra pero aún así no soltaba el control, y su pulgar no paraba de apretar el botón de cambio por lo que la TV cambiaba de un canal a otro una y otra y otra vez...parecía que no iba a parar, por la pantalla pasaban imagenes sin parar, refrescos, caricaturas, telenovelas, anuncio de jabones, documentales, películas,series, anuncios de restaurante...y el botón del control remoto no paraba de ser apretado y de producir ese ruido que a veces se vuelve molesto "click, click, click"