VALKAR

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-Faltan 15 minutos para que comience el torneo, por favor cuídate ¿si?, estaré en las gradas con mi varita en mano, no voy a dejar que nada te pase.- habló Tom.

-Lo sé cariño.- respondí acunando su mejilla con mi mano.

-Demuestra que eres la mejor cariño y por favor cuídate, sé que eres hábil, inteligente, perspicaz, astuta, pero aún así siempre con precaución cada movimiento...-lo interrumpí.

-Estaré bien, no te preocupes más, ¿bueno?, sé que mi hermano y tú están preparados para todo, además es un insignificante dragón cariño, tú carácter es más difícil de manejar.- respondí con una sonrisa.

-Tonta...-murmuró riendo.- te amo Ame.-

-Y yo a ti, Tommy.- nos dimos un tierno beso y abrazo.

Tom me tenía entre sus brazos cuando entró Dumbledore junto al ministro de magia y demás profesores.

-Acérquense campeones por favor.- exigió y luego vió a Tom.- ¿Sr. Riddle que hace aquí?.

-Salgo enseguida profesor.- respondió Tom.

-Nos vemos cariño, te voy a estar esperando.- murmuró Tom para dejar el último beso en mis labios.

-Ya veo, amor.- murmuró Dumbledore dedicándome una mirada.- Por favor introduzcan su mano en el saco y saquen sus dragones.

Quedé un poco despistada por lo que dijo, vi a Krum sacar su dragón, un dragón pequeño pero supongo que es el estereotipo, luego Cedric, Potter y yo.

-Bueno el primero en comenzar es el Sr. Diggory.- anunció Dumbledore.

Todos comenzaron acomodarse y Cedric se acercó a mi.

-Amelia, suerte y cuídate mucho.- dijo él.

-Igualmente Ced, demuestra quien eres, Golden.- respondí; noté que sus ojos brillaron y una sonrisa se estampó en su rostro.

-Puedo...¿abrazarte?, no está Riddle así que supongo que no me matará.- exclamó con una risa.

-Claro, después de todo siempre queda el cariño.- contesté.

Se acercó a mi y me abrazó, era un abrazo cálido, sentía como irradiaba cariño de su cuerpo, su corazón golpeaba contra el mío, admito que si logró alterarme un poco pero claramente ya no sentía nada por él.

-Gracias, calmaste mis nervios y me diste coraje para salir a enfrentar un dragón.- susurró en mi cuello.

-Tranquilo, todo saldrá bien, eres el mejor en lo que te propongas Ced.- respondí.

-Que chica más maravillosa perdí por mi estupidez, por ser un idiota, tenías razón, no valgo.-

-Hey no digas eso, en ese momento escupía fuego lo admito porque estaba dolida, todos nos equivocamos, somos seres humanos y claramente cometemos errores, pero esos mismos errores podemos enmendarlos...y pues...si vales Ced, no eres Bronce, eres el gran golden de hufflepuff, pero me atrevo a decir que vales mucho más que el simple nombre, no tienes precio alguno, tú valor es infinito...-susurré.

-Pero mi error costó nuestra relación, nuestra felicidad, te destrocé.-

-Pero aprendiste de ello, ¿no?, no te lamentes más, ya es pasado, por favor no te sientas así.-

-Por eso es que aún me duele, porque soy parte de tu pasado.- murmuró.

-Joder Ced, podemos seguir siendo amigos.- respondí.

-¿Es enserio Amy?.- preguntó apretándome aún más con su abrazo.

-Claro Ced.-

-Aunque me habría encantado...-lo interrumpí.

Una Grindelwald y un Riddle (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora