Cobraconda se acercaba cada vez mas a los meteoritos, cada aleteo que daba llevaba lo hacia con una fuerza tremenda, llegando a mover asteroides e incluso pequeños planetas.
El Dr, que aun se encontraba en el laboratorio, se apresuraba a recoger ágilmente todo lo que necesitaba para continuar su investigación.
Dr: bueno; gracias a el humo de las capsulas he conseguido algo de tiempo, pero no me puedo arriesgar a que Cobraconda alcance algún meteoro, son verdaderamente importantes para la ciencia.
Así que el Dr envió a todos sus robots guardianes y guerreros, para que detuviesen a Cobraconda.
Dr: Es hora de irme de aquí antes de que ese monstruo regrese.
El Dr. escapa acelerando a máxima velocidad en una pequeña nave.
Cobraconda: ¡Aléjense de mi, pedazos de chatarra! ¿Que no tienen algo mejor que hacer?
Cobraconda, cegado por la ira, seguía intentando alcanzar los meteoros; pero al no deshacerse de los robots primero, se fueron alejando cada vez mas.
Cobraconda: ¡Maldición!
Cobraconda acaba con los robots restantes y el haz de luz lo rodea nuevamente, dejando apreciar a la forma de un dragón gigantesco, para luego volar de regreso hacia la luna azul.Al llegar, encontró a sus esbirros luchando contra los robots restantes del Dr. Este, ya en cólera, acabo de un único zarpazo a todos los robots.
Soldado A: Señor, ¡Que bueno que esta aquí!
Soldado B: Señor, le agradezco su colaboración en el combate, sin usted, no lo habríamos logrado.
Cobraconda: Apártense, escoria. Quiero que alisten las naves, nos vamos de aquí.
Tras un montón de regaños e insultos, las naves estaban preparadas para partir.
Sargento B: Equipo A, hacia la nave 1 y busquen las coordenadas de los meteoros; Equipo B, hacia la nave 2, encuentren la localización del Dr. K León; Equipo C, hacia la nave 3 y regresen a la base.
Cobraconda: Apresúrense, inútiles, que el tiempo es oro. Sargento, ¿Despegamos ahora o que?
Sargento A: Afirmativo Señor, en poco tiempo despegamos.
Cobraconda: Y exactamente cuanto tiempo seria?
Soldado A: 5 minutos aproximadamente, Señor.
Cobraconda: Hmmm...demasiado.
Cobraconda extiende su cola en señal de alerta.
Sargento A: ¡Señor por favor no, se lo suplico!
Cobraconda realiza un fuerte movimiento de cola hacia el suelo de la nave, elevándola mas de 30 metros.
Soldados: ¡¡¡Aaaah!!!
Cobraconda: Ahora, si no quieren que nos estrellemos, despeguen ya.
Soldados (Aterrorizados): ¡Se..ñor, si.. Señor!
