¡¿La casa de Masashi, en que momento?!. No recordaba haber llegado alli... ¿Qué... Qué demonios había sucedido?.
Al abrir sus ojos acostumbrándose a la luz de la habitación que daba directamente contra su rostro. Se incorporó lentamente acariciando su cabeza y grande fue su sorpresa al ver a Kokushibou sentado en el suelo tan tranquilo apoyando sus brazos sobre el mullido colchón de la cama donde Kaigaku dormía hace solo unos segundos. El azabache se asustó pegando un brinco alejándose de su ajeno rápidamente , tratando de refugiarse pegandose a la pared casi fusionandose con esta.
Estaba asustado, no sabia que era lo que había pasado con exactitud. Kokushibou le dedicó una aguda mirada y curioso hablo:
— ¿Ya nos conocemos?.Se asusto aun mas al escuchar esa ronca voz resonar en el lugar hablando con el, abrazaba con fuerza sus piernas, aferrandose a ellas, pegandolas a su pecho. No podía dejar que él lo viera, si se daba cuenta de quién era... Lo mataria. Negó rápidamente con su cabeza queriendo quitar esa idea de su mente y respondió que no a la pregunta ya hecha cerrando los ojos con fuerza.
— Entonces, dime... ¿Por qué estás tan asustado?. —Pregunto el mas alto, pero no obtuvo respuesta alguna— ¿...No puedes hablar?. ¿Tu garganta esta igual de quemada que esa cicatriz que tienes en el cuello?. —Se sentó en la cama inclinándose un poco hacia su ajeno.
Le dedico una mirada asustado, su cuerpo no dejaba de temblar. Sin problema podria hacer una competencia de talentos con un chihuahua para así ver quien temblaba mas. Tragó saliva varias veces y con torpeza haciendo que le doliera la garganta, gotas de sudor se deslizaban por todo su ser, estaba inquieto e incomodo. Agarro aire y se decidió en hablar por mas que le costará.
— ...Umm... ¿Q-Que estas... H-Haciendo aquí...?. —Tartamudeo nervioso con la mirada fija en sus rodillas.
— Hmm... Seh, estaba en lo correcto. Tu voz tambien me gusta. —Ignoró un momento la pregunta mientras sacudía su mano— Oh, ¿Este lugar?. Te digo que no te traje a ningún lugar extraño, es solo que...
Callo, su mano llegó hasta el chico y sostuvo con fuerza el cuello de la desgastada camisa tirando de él hasta acercarlo a su cuerpo. Se había subido por completo en la cama sosteniendo la camisa aun y con su brazo libre rodeaba su muy delgado cuerpo, más específicos su cintura. Kaigaku abrio sus ojos de par en par ¡¿Que demonios?!. Estaba atónito y comenzó a temblar mucho mas sintiendo la respiración caliente de su ajeno sobre su cuello mas que todo sobre la zona en la que se encontraba su cicatriz.
— Me gustas tanto que no podía dejarte allí tirado. —Prosiguió.
¡¿Cómo demonios podía decir que le gustaba si no se conocían?!.
— Eres todo piel y huesos... —Una sonrisa adornaba los labios del mayor— ...Me gustaria engordarte un poco. —Sugirió.
La mano que rodeaba su cintura acarició la orilla de la camisa y levantó lentamente la tela junto al suéter. Tocando la piel que se erizaba bajo su muy ligero toque, apretó un poco la carne entre sus dedos.
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Tu Iluminas Mi Vida.「KᴏᴋᴜKᴀɪ」
Fiksi Penggemar˚₊·͟͟͟͟͟͟͞͞͞͞͞͞➳❥ ꒰❝ Me enamoré. Me enamoré de tu locura, de tu cordura y tu inteligencia. Me enamoré de tu sonrisa, de tu rubor y tu color. Me enamoré de lo diferente que eres, de lo poco que te importa el qué diran y de tu valentía. Me enamoré de...