Prólogo ୭ 🧷

325 33 2
                                    

☾ ⋆ ⁺₊ 🎧 ✧

De por sí tener un lazo roto es considerado algo despreciable, es peor cuando tienes tres hijos.

Pero a Seonghwa eso no le importa, el solo quiere lo mejor para su cachorros.

Luego de una difícil vida en Australia y un matrimonio fallido, Seonghwa decidió emigrar a Corea del Sur, con sus tres pequeños ángeles.

Park Yunho, su hijo mayor, se había presentado recientemente como alfa, al ser el único alfa era bastante protector con sus hermanos y su madre, se hacia el intimidante, pero siempre iba en busca de mimos con su mami.

Su olor era de Menta con fresas.

Park San, el medio de sus hijos, era el más hiperactivo de los tres, muy curioso y siempre andaba detrás de Yunho, de su mamá o estaba mimando a su hermano menor, aún no se presentaba, ya que a penas tenia 8 años, era el alma de la casa.

Park Yeosang, el menor de sus hijos, no era de hablar mucho, siempre era muy cariñoso y evitaba que sus hermanos pelearan, era muy sensible y generalmente solo estaba abrazado de su mami.

—Te ves muy tonto —le dijo Yunho a San—, esa corona te hace ver ridículo.

—Tú también tienes una —dijo el niño, para luego sacarle la lengua, arrepintiéndose cuando el alfa se enojó.

Antes de que Yunho asesinara a San, el más pequeño se interpuso.

—¡No! —dijo el pequeño Yeosang—, ustedes dos hermanos, deben amarse.

Abrazó a sus hermanos, el alfa soltó un poco sus feromonas, sabía que Yeosang era muy sensible y San se ponía a llorar si Yeosang llora.

—Nos amamos mucho Yeo —le dijo Yunho a el menor—, solo que San se ve raro con esa corona, pero tú te ves precioso.

—No me veo raro... —dijo ahora San.

—Los dos, verse lindos.

Los mayores sonrieron, Yeosang era su lucecita, su sol.

Pronto el olor de menta y algodón de azúcar llegó a sus fosas nasales.

—¡Llegue niños! —Seonghwa gritó mientras ingresaba a su casa.

Los niños corrieron feliz con su madre, siendo Yeosang cargado, San pegado a el como un chicle y Yunho a su lado.

—¿Cómo están mis niños? —El omega finalmente se sentó con sus cachorros—, ¿les fue bien en la escuela?

Los tres asintieron.

—Eso me alegra —dijo el omega sonriendo—. Saben que cualquier cosa pueden contar conmigo.

San y Yeosang dijeron un si, pero Yunho solo veía confundido a su madre.

No entendía como fingía estar bien cuando no lo estaba.

Y Seonghwa solo intentaba darles una mejor vida, lejos del que se hacia llamar su padre.

☾ ⋆ ⁺₊ 🎧 ✧

¡mαmά! ᡣ𐭩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora