~08~

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Miró sus manos ensangrentadas y después miró a Sanzu, estaba tirado en el suelo dentro de un charco de su propia sangre

Después miró sus muslos, de estos caían gotas de semen

No sentía el aire llegar a sus pulmones, todo daba muchas vueltas y sentía como si su cuerpo pudiera flotar, sentía una rara emoción de hiperactividad y adrenalina, pero su mente no sentía las ganas de expresar aquello

Se dio la vuelta empezando a dar pasos lentos, cojeaba mientras sentía el aire frío chocar con su piel herida, trataba de calentarse pero solo tenía de ropa una muscular negra y el chaleco de Sanzu, sus piernas estaban desnudas teniendo mayormente frío en esa parte

...

—Las noticias que les tenemos no son las mejores— el oficial agachó su cabeza, se veía molesto y triste —pudimos dar con el rastro de Aoi, estaba a la lejanía de Kyoto, habíamos recibido una llamada sobre que un auto se estrelló e se incendió, en ese mismo lugar nuestros perros captaron el aroma de Aoi y siguiendo el rastro encontramos un charco de sangre, haciendo una prueba de ADN se supo que la sangre pertenecía a Haruchiyo Akashi, conocido como Sanzu, la mano derecha de uno de los mafiosos más grandes y peligrosos de Japon, son conocido como Bonten—

—¿Dice que Aoi fue secuestrada por un mafioso?— pregunta Maki tratando de procesar toda la información

—Eso no es lo peor— eso los confundió —también se encontró parte de la ropa de Aoi Gojo junto a pequeñas gotas de semen, suponemos que Aoi fue sexualmente abusada—

Mai cubrió su boca en shock

Sus ojos estaban abiertos como nunca antes, trataban de procesar esa información reciente, era mentira, debía ser mentira

—Tratamos de seguir el rastro pero lo perdimos, aunque a un kilometro encontramos una guarida donde había otro grupo de mafia, algunos lograron huir y entre ellos estaba Sukuna Ryomen, el fue quien secuestró a Aoi y ahora mismo está en búsqueda y captura en todo Japón—

Maki se echó a llorar, Yuuta la abrazó aunque el también lloraba

—¿¡Cono pueden permitir que pasara esto!?— Noritoshi se levantó furioso —¿¡no que son el mejor equipo policial de Japón!?, ¡puedo hacer que te despidan por no hacer bien tu trabajo!— gritó señalandolo

—Estamos haciendo lo mejor que podemos, ahora mismo se está rastreando de pies a cabezas aquel bosque donde se encontró el rastro de Aoi—

—¡Mi mejor amiga fue violada y no se sabe donde cojones está!—

—Le pediremos que vean esta foto y me digan si conocen a este criminal—

Ignoró las palabras del chico porque no sabía que decir, sentía el dolor de aquella familia y jura por su vida que estaba dándolo todo, no dormía con tal de pensar en tácticas para encontrar a la idol

—¿Lo conocen?—

Mostró la foto

—E-es Itadori— balbuceo Mai

—No es Yuuji— murmura Megumi

—El es Sukuna Ryomen, el criminal que raptó a Aoi— explicó el oficial —hemos hecho suposiciones sobre que ambos son familia—

El parecido era idéntico, pero aquel tipo tenía tatuajes en su rostro y una expresión sicópata

—Nunca lo hemos visto— dijo Yuuta limpiando torpemente sus lágrimas —Itadori siempre fue hijo único—

—Tal vez haya tenido un hermano— supuso Maki

Megumi empezó a hiperventilar, llevó sus manos a su cabello halándolo arrancando pedazos de este y las lágrimas empezaran a correr por sus mejillas

¿Por que ella?, ¿por que Aoi tenía que pasar por eso?, ¿que habí. hecho?, ¿hizo algo mal?

Ella era un ángel tan puro y amable que no merecía ningún mal en el mundo, ¿era un pecado ser hermosa y talentosa?, no, no podía ser, ¿el simple hecho de existir debía hacerla sufrir tanto?

...

Se agachó y arrancó una de las plantas que tenía sangre seca, la miró detenidamente para después tirarla por algún lado

Veía la ropa y las armas tiradas, sujetó una inspecciónandola con una linterna de luz ultravioleta

Las huellas de Aoi estaban ahí

Quitó el cargador contando las balas, faltaban cuatro

Dejó con cuidado el arma donde mismo estaba, después tomó en sus manos una roca ensangrentada

< Trató de disparar pero no logró herirlo, mientras abusaban de ella lo golpeó con la roca y huyó >

Guardó la linterna dispuesto a seguir su camino, pero se fijó en un detalle entre las plantas

Se volvió a agachar para tomar entre sus grandes dedos una pastilla

< Ya me decía yo que no podía ser tan fácil >

Raspó un poco de esta para probarla

—Metanfetamina— susurra

Dejó en el suelo la pastilla y se dispuso a seguir el casi invisible rastro de semen y gotas de sangre, hasta donde terminara, Aoi no podía estar muy lejos de el

Predestinada a sufrir |Yandere Jujutsu Kaisen × Oc × Yandere Tokyo Revengers|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora