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~ Un hijo del dios del agua.
~ Un hijo del dios del fuego.
La vida de Aiden Lancaster no sería igual con la presencia del hijo del dios de los mares.
Amigo, enemigo o posiblemente algo más, era algo que aún él no podía descifrar.
Y con la de...
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~ AIDEN ~
Escuche la puerta cerrarse y cuando gire vi que Percy se había encerrado conmigo en la cima del arco.
— Acabemos con ella de una vez.— dijo mirándome y dándome una sonrisa sincera.
— No si ella acaba contigo primero.— sonreí levemente mientras liberaba a llama brillante.
El rostro de Percy palideció.
— Qué...?— preguntó confundió.
Jale de su brazo derecho y le hice una llave para que no pudiera moverse. Coloque a llama brillante sobre su cuello mientras le susurraba al oído. — Suéltala.—
Percy dejó caer su lapicero. — Aiden que demonios estas..— Apreté el agarre de su brazo a lo que él soltó un gemido de dolor.
— Guarda silencio.—
( 🪐 )
Enormes pasos comenzaron a escucharse, la quimera se estaba acercando. Y Equidna la acompañaba.
La puerta salió despedida Justo al lado de nosotros. Estaba en vuelta en llamas.
Curioso.
— Estoy decepcionada de ustedes creí darían más batalla pero...— Equidna guardó silencio al ver la escena.
— Te propongo un trato.— le sugerí. — Disculpa?— parecía ofendida.
— El hijo de Poseidon a cambio de información.—
— ERES UN MALDITO TRAIDOR!— grito Percy aun con las fuerzas que le quedaban, jale del agarre una vez más y solo pudo gritar.
Equidna me miro curiosa.
— Para que quiero a ese mocoso?— cuestionó. — Dijiste querías vengarte por tus hijos, el fue quien asesino a Medusa. Además es un hijo prohibido, podrían darte mucho por él, piénsalo... gloria, dracmas, tal vez un título de diosa, solo por tenerlo a él.—
Se miro pensativa.
— Hijo de Hefesto... te pareces mucho a tu padre.— dijo mientras acariciaba a la quimera. — Que información quieres?—
— Que es lo que sabes del rayo maestro y su desaparición?—
Equidna soltó una carcajada ahogada la cual le he rizaría la piel a cualquiera. — Ares...— — Que con él?—
