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Capitulo 3:Los problemas encuentran a Danny

Danny frunció el ceño cuando finalmente llegó a la mansión. El lugar estaba mayormente oscuro y emitía una sensación inquietante cuando los últimos rayos de sol moribundos lo alcanzaban. Por un momento le recordó las instalaciones y sintió escalofríos recorriéndole la espalda una vez más antes de admitir a regañadientes que el lugar lo había marcado mentalmente un poco más de lo que había creído inicialmente.

El movimiento desde una de las ventanas hizo que su cuerpo se sacudiera de miedo, pero luego un par de patas blancas familiares lo hicieron reír cuando Maddie, la gata, se subió al alféizar de la ventana. De alguna manera, sólo el conocimiento de que había otro ser vivo en la mansión lo tranquilizó, y con entusiasmo se concentró en el lugar donde usualmente estaba el laboratorio de Vlad, solo para descubrir que el laboratorio realmente no había cambiado mucho desde la última vez que visitó. Había estado en la mansión.

Vlad no parecía estar trabajando en nada nuevo en ese momento y Danny frunció el ceño. No era propio de Vlad dejar de planear repentinamente... entonces un pensamiento lo golpeó. ¿Y si Vlad también tuviera un laboratorio secreto? El hombre era rico, loco y lo suficientemente cauteloso como para pensar en ello, así que ¿por qué no?

Vlad sabía que Danny y sus amigos conocían el laboratorio debajo de la mansión, así que ¿por qué no construiría un nuevo laboratorio secreto para esconder sus últimos planes?

Danny atravesó la mansión y miró a través de cada puerta que encontró hasta llegar a la biblioteca, pero no encontró ninguna entrada oculta cliché escondida detrás de las estanterías.

El único lugar que no había revisado todavía era el dormitorio de Vlad y, por alguna razón, se sentía extremadamente aprensivo y nervioso ante la idea de entrar en una habitación tan privada. Se armó de valor: "Sólo un vistazo, nada más. Ese canalla probablemente tenga una foto gigante de mi madre ocupando la mayor parte de la pared de un dormitorio..."

Danny se estremeció al pensarlo, luego respiró hondo y flotó a través de la puerta, solo para congelarse ante la frialdad de la habitación.

 La habitación tenía el mínimo de muebles y algo en el fondo de la mente de Danny luchó contra lo que estaba viendo. La habitación le recordaba más a una celda de prisión con una cama grande que a un dormitorio real y Danny se preguntó por qué la habitación parecía tan impersonal cuando el resto de la mansión tenía una sensación tan rica y grandiosa.

Danny avanzó lentamente y dejó que sus dedos recorrieran el material de las sábanas, pero un sonido detrás de una puerta lo sacó de sus pensamientos y se sumergió debajo de la cama justo cuando lo que parecía ser la puerta del baño se abrió y Vlad Masters salió con el pelo suelto y una toalla bajando hasta las caderas.

Danny rápidamente cerró los ojos mientras un sonrojo subía hasta sus orejas, pero no pudo resistirse a abrirlos nuevamente ante el sonido de un armario abriéndose.

Sam había sido quien había señalado su atracción por los niños en lugar de las niñas poco antes de cumplir 17 años , pero eso no significaba que había pensado mucho en ello entre sus tareas escolares y sus actividades nocturnas.

Ahora la imagen del cuerpo de Vlad estaba grabada en su mente y no podía evitar comparar los destellos casuales que había visto en los vestidores con el hombre tonificado frente a él. Danny se obligó a cerrar los ojos mientras las manos de Vlad se movían para quitar la toalla y dejaba caer la cabeza sobre sus manos. Esto no le estaba pasando a él...

Quizás colarse en la mansión de Vlad fue una mala idea después de todo. Nunca más podría volver a mirar al hombre directamente a los ojos, así que ¿cómo diablos podría luchar contra él después de lo que había visto?