Capítulo 3: Chica Fantasma

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Desperté lentamente, me di la vuelta en la cama despacio, encontrando a un dormido Matt, le piqué la mejilla y se despertó. Sonrió y bostezó al verme.

-Del. ¿Descansaste? -asentí- Ya es tarde, son casi las nueve. ¿Que quieres cenar?

-Pizza -Matt arqueó una ceja.

-La pizza no nutre.

-No importa, es la cena. No el desayuno. Además se me antojó.

-Vale, vale. Ya. Pediré la de siempre.

-Dale. Iré a darme una ducha, estoy sudando bastante.

Matt asiente y sale de la habitación. Entro a invadir su baño por segunda vez en el día. Abro la llave para llenar la tina y le echo las fragancias al agua. Me introduzco en la tina y me relajo un rato.

Han sido días agitados. Las sombras han estado muy cerca de mí últimamente. Eso me asusta. Un escalofrío me recorre el cuerpo. Aquella sombra que me ayudó... ¿Qué habrá sido de ella?

Salgo de la ducha, me pongo una camisa de Matt y un pans que el me prestó. Me dirijo al comedor.
Matt está poniendo los platos y la jarra de jugo en la mesa. Tocan el timbre. Abro la puerta y me encuentro al sujeto de la pizza. Pago y se va. Nos disponemos a cenar.

-Matt... ¿porqué....

-No podía dejarte sola. Hable con mi madre y le dije que estabas mal. Ella me pidió que me quedara contigo.

-Ya veo. Perdón.

-Sabes que eso está de más.

Terminé de comer mi tercer pedazo de pizza. Ya iba con el cuarto. Cuándo en eso suena el móvil de Matt. Pero él no contesta la llamada.

-¿Porqué no respondes?

-Es Johanna. Siempre me habla a la misma hora.

-Ahh, entiendo. Tienes tu propia acosadora.

-Ehh, no. Por cierto, ¿que pasó en la tarde? Primero corrías, después te detuviste de la nada y cuándo te abracé estabas temblando. Y al final saliste corriendo en un parpadeo.

-Me detuve porque la sombra que me seguía logró atrapar a mi propia sombra. Por eso no podía moverme, y tenía miedo.

-Por eso temblabas...

-Si. Pero luego me sentí liberada y cuándo volteé a ver, había una sombra más oscura, y entonces escuché una voz, que me decía que corriera. Fue como una orden...

-Ni de coña te detienes a pensarlo. Por eso corriste.

-Exacto. Esa chica...

-¿Chica? No decías que las sombras son aformes.

-La voz que escuché era de una chica.

-Ah.. entiendo. Bueno, al menos ya pasó.

-Si.

Terminamos de cenar y levanté los trastes, me dirigí a la cocina a lavarlos. Entonces se escuchó que tocaban el timbre, y un resoplido de irritación por parte de Matt.

-¿Que haces aquí? -se oyó a un molesto Matt que cerró la puerta. No escuché respuesta.

Terminé de lavar los platos y me dirigí a la sala a ver si todo estaba bien. Llegué a la habitación de estar y vi a aquella rubia que acosaba a mi mejor amigo, sentada frente a él, dirigiéndome una mirada de odio y sorpresa.

-¿Qué hace ella aquí? -exclamó Johanna mientras me señalaba.

-¿Qué haces tú aquí? -inquirí con fría voz- Y te atreves a dirigirme la palabra como si me conocieras.

La Sombra de un Alma Exiliada [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora