Capítulo 2: Acechada

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Ha pasado una semana desde la última vez que dormí en casa de Matt, cuándo estoy acompañada, los sueños que suelen invadir mi mente todas las noches, desaparecen.

Llego a la facultad a paso lento, pasé a casa de Matt pero no lo encontré, tal vez ya había salido o estaba durmiendo. Entro y camino por los pasillos hacía mi aula. En el área de casilleros está Johanna y su grupito de amigas, simplemente decido ignorarlas. Pero al parecer Johanna no piensa hacer lo mismo.

-¡Oye tú! Chica creída. -detuve mi camino y me di la vuelta lentamente.

-¿Me hablas a mí? -respondí tranquila.

-Osea, obvio. Eres la única que se siente la gran cosa.

-Por supuesto. No me siento, soy hermosa e inteligente. Sí tu dudas de tu propia valía no me interesa.

Johanna juntó los labios dejando escapar un gruñido de molestia.

-¿Qué es lo que quieres ahora? -dije fríamente.

-Que dejes de perseguir a Matthew.

Sus amigas me veían con desprecio.

-Matt es mi mejor amigo. No por los celos de una alumna de primer año, me alejaré de él. Además si no lo has notado, quién me busca es él. Si ya no tienes nada más que decir, me retiro.

-Pero qué...

La dejé con la oración sin terminar, seguí mi camino a mi aula y adentro me encontré a un Matt algo somnoliento. Me acerqué y me senté a su lado.

-Buenos días, Matt -dejé mi mochila en mi silla- ¿Porqué tan cansado?

-Deeel~ -dijo con sueño- Me llamaron de casa por la madrugada, Mamá se puso mal y estuve hasta tarde hablando con ella. Hoy a la tarde me piro a verla.

-Oh... ¿es grave?

-No, pero ya sabes que mamá se enferma mucho después de la muerte de mi querida tía Angeline¹

-Sí, espero que se mejore. Mándale mis saludos y buenos deseos a mi tía ¿va? -le abracé y el me correspondió, segundos después me alejé- ¡Ah! Por cierto, me encontré a tu fan número uno en el pasillo -bufé.

-¿Y ahora que te dijo? -preguntó irritado.

-Lo mismo que la otra vez, que me alejara de ti. Excepto porque hoy modificó un poco su saludo.

-¿En serio? ¿Que dijo? -preguntó Matt con expresión curiosa.

-Me dijo chica creída. Según ella, dice que me creo la gran cosa.

-Y ¿Qué le dijiste? -se veía emocionado escuchándome.

-Le dije " Por supuesto. No me siento, soy hermosa e inteligente. Sí tu dudas de tu propia valía no me interesa".

-Niña fresa -comenzó a reírse a carcajadas-. Por lo menos, tienes mucho que presumir, no cómo ella. Que necesita a su grupo de huecas amigas para sentirse valiente.

-No seas tan malo con ella. Es su manera de tratar de sobresalir y protegerse. Simplemente soy diferente a las demás chicas, pero no por eso debo menospreciarlas. Y sabes que odio que lo hagas -dije en tono de reproche.

-Bueno, bueno. Tranquila. Olvida que dije eso. Sólo decía.

-Cuida mucho lo que dices, Matt. A veces no mides tus palabras.

-Perdón. En serio.

-Bueno. Pero trata de no hacerlo tan seguido ¿va?

-Vale, onee-sama.

La Sombra de un Alma Exiliada [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora