La Sombra de un Alma Exiliada [Pausada]

Capitulo 5: Yumei Clowd [1]

Estábamos a dos días del baile de presentación, todo el alumnado desde segundo curso en adelante, estaban exasperados. Los de nuevo curso, estaban emocionados. Habría un baile justo a medio ciclo escolar. Johanna y sus amigas se pavoneaban en los pasillos para llamar la atención de los chicos del instituto. Los alumnos estaban en busca de su cita ideal, o su acompañante para el baile. Joshua, los chicos, Matt y yo nos empeñábamos al máximo para tener todo en orden y terminados los arreglos del baile de presentación.

No entramos a las clases en absoluto. El día estaba bastante bueno, templado. El viento hacía a los árboles moverse. Aquella sombra que había venido a mí, días atrás, se dejaba llevar por el viento. Siempre aparecía cuándo estábamos solas, o cuándo sólo había una persona más conmigo. Me encontraba en el patio trasero, donde parecía más que nada un ancho jardín. Habían árboles que marcaban el límite del lugar. Ese punto de la escuela, era solitario, sólo las personas tranquilas venían a este lugar. Ya sea para leer, pensar o declararse a alguien. Algunos venían con sus parejas y se ponían acaramelado. Estaba sola, mirando al cielo. Extrañaba a mi madre, sentía una punzada en el pecho. Sentía cómo el viento, rozaba mi rostro. Por el rabillo del ojo, veía a la sombra alejarse y regresar por la fuerza del viento. Sonreí, era gracioso ver eso. Cerré los ojos. Una lágrima bajó por mi mejilla. De repente sentí una calidez rodearme. Abrí los ojos, la sombra estaba cerca de mí, envolviéndome con su esencia.

«¿Por qué lloras, niña?»

-Perdí a mi madre y la extraño.

«Oh... entiendo. ¿Cuál era su nombre? Tal vez sepa quién es y cómo está».

-Angeline Blackyē.

«Blackyē... Angeline... ¡No! ¡No está! ¡Ella no!...»

La sombra de repente se desestabilizó. Me asusté, pero debía calmarla, no sabía que repercusiones iba a tener sus comportamiento en el ambiente.

-Oye, cálmate -dije con voz temblorosa.

«¡Ella no! ¡Angeline no! ¡Nunca pasó! Eres una ilusa, niña... Ella no... Ella...»

Los árboles se movían con frenesí. Las nubes se arremolinaban en el cielo. Era bastante tempestuosa, ésta chica. ¿Por qué le habrán exiliado? ¿Cuál fue la razón para que desterraran este ente con un poder de esta magnitud?

-Tranquila, por favor. ¡Óyeme, Sombra!

«Niña... lo siento» «Te asusté... no sé que me pasó» «Perdóname»

-¿Cómo te llamas? ¿Por qué te alteraste?

«Yumei... no recuerdo mi apellido. Disculpa. Y el nombre de tú madre... me suena de algún lugar y algún tiempo... no lo sé»

-Entiendo. Pero trata de no alterarte así. Eres bastante...

«Destructiva... perdóname por asustarte. Debo dejar de hacer eso»

-Ya, debo tener más cuidado al preguntar. Y dime Yumei, ¿por qué eres una sombra si no recuerdas quién eres?

«No lo sé, me desterraron por no recordar mi pasado. Pero  aún no puedo irme. Hay alguien que tiene información  sobre mí y aún vive. Debo encontrarla y recuperar lo que perdí...»

-¿Quieres recuperar tu... Pasado? -la sombra humanoide asintió con lo que supuse era su cabeza. Esto iba a ser complicado. Encontrar el pasado de una sombra era cómo buscar el titanic en el fondo del mar sin un equipo adecuado. Es la cosa más compleja entre ambos mundos.

«Perdóname, niña»

Su disculpa no venía al caso, por lo cuál me sorprendió.

«Tus amigos se acercan, debo irme. Cuídate, niña»