San Valentín era una fecha repleta de amor, repleta de rosa, repleta de corazones, en pocas palabra era un día bellísimo.
Pero aunque fuese tan bellísimo había gente que no disfrutaba mucho este día, Rius era un ejemplo, claro le gustaba el día y lo disfrutaba pero también en ese día le pegaba una gran ola de recuerdos y resentimiento.
Pero para el que importaban unos pequeños pensamiento tristes? El 14 de febrero no era un día para estas triste, era un día para estar animado para ver a los demás estar felices!
Pero mientras tanto era mejor solo jugar en el sofá y no interrumpir a nadie, igualmente a su espalda podía escuchar todo lo que ocurría.
Escuchaba a Trollino y a Timba reír entre beso sin fin, Sparta y Raptor entregarse regalos, incluso escuchaba a Mike y Acenix pasar tiempo juntos.
Le alegraba que sus amigos estuvieran pasando un buen día, la felicidad de sus amigo era su felicidad.
No importaba que ocurriera el iba a estar feliz en cuanto ellos lo tuvieran.
Es algo tonto de pensar de repente siente una mano tocar su hombro.
Esto obviamente lo hizo saltar de golpe y perder en el juego, algo que lo irritó notablemente eso haciendo que se volteara hacia atrás para ver al agresor o mejor conocido como Victor.
El enojo antes notable de Rius se disipa al verlo regalando una linda sonrisa amigable a Victor inmediatamente.
-Oh Victor hombre como estas?- Pregunto Rius una sonrisa un sus labios.
-Pues muy bien, bueno aunque claro ahora al estar junto a ti mucho mejor- Respondió Victor.
Rius se rio un leve rojizo en sus mejillas - Vaya que alago tan lindo, a que se debe?-
-Bueno es una sorpresa, pero si te interesa estaría muy encantado en llevarte a esta, obvio si tu no abres los ojos- Propuso Victor.
-Bueno acepto- Dijo bajándose del sofá y parándose enfrente de el - entonces en ese caso- Se tapa los ojos con las manos -Llévame caballero mío-
Victor asiente muy alegre y sin pensarlo lo dirigió hacia afuera de la casa.
Rius no sabía que estaba pasando pero si lograba notar que habían salido de la casa, por el aire que soplaba.
También era un poco evidente al casi caerse varias veces por las rocas del piso, obvio ninguna de estas logrando su cometido de tirarlo.
Victor lo jaloneaba lentamente a su lado ayudando a estabilizar cuando la rocas se interponían, podía sentir la curiosidad llenándole, que sería aquella sorpresa?
Al momento de detenerse se empezó a impacientarse, enserio quería abrir los ojos quería saber que estaba pasando, pero no lo hizo y mejor espero.
Y para cuando Victor le indicó que ya podía ver lo hizo muy emocionado pero la felicidad que tenía se duplicó a mil al Rius ver lo que Victor le estaba dando.
Victor entre sus manos tenía una hermosa pijama de cuerpo completo de Pollo y lucía tan pero TAN LINDO!
Rius rápidamente corrió hacia Victor tirándose encima de este, esto haciéndolos caer a ambos al suelo.
Estos dos no paraban de reír y carcajear entre ambos.
Ambos lucían tan felices, y estaban tan felices.
Rius no paraba de agradecerle a Victor por el regalo que le había dado.
-Victor gracias, gracias MIL GRACIAS!-
-No hay problema Rius, por cierto feliz San Valentín-
-Hay pero Vic yo no tengo nada que darte...- Rius dijo ya sentado en el piso.
-No hay problema Rius, si te doy un regalo no es por esperar algo a cambio-
-Bueno...-
-Mira porque mejor no vas a adentro y te pruebas la pijama ya está anocheciendo-
-Si que tienes razón- Dijo Rius levantándose y dirigiéndose a la puerta.
-Claro-
-No entras?- Pregunto Rius ya en la puerta.
-No me quedaré aquí un rato-
-ok-
Rius rápidamente entro a la casa para luego dirigirse a su habitación, para ponerse su nueva ropa.
Mientras se lo puso se dio cuenta que Victor era muy lindo con el y que no podía creer que le había regalado algo, y ese algo era tan lindo, tan pensado para el, era muy bonito de su parte.
Al ya haber terminado de ponerse su ropa se quedó completamente quieto mientras se vio en el espejo.
Porque es que lucía tan bien, y se sentía tan bien.
Amaba el regalo de Victor.
Aunque al momento de salir de nuevo al patio ya listo y ver la sonrisa de Victor su pelo todavía desordenado por la caída que tuvieron antes en la tenue luz del atardecer sintió sus mejillas arder y su boca posarse en una " o " sus ojos abriéndose como platos.
Y tal vez no sólo amaba el regalo de Victor.
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Nuestro sueño
RomanceRius después de mucho tiempo intentando enamorar a Timba se da cuenta que, el que a conseguido el amor del peli azul a sido su amigo Trollino, este finge aceptar la relación de los dos pero en su interior sigue amando a timba, aunque por otro lado V...