SELCOUTH 変 KOOKMIN

Prólogo.

El primer día de preparatoria supuso un auténtico calvario para Jeon Jungkook, de 15 años. Su uniforme, meticulosamente planchado, exhibía la armonía de los colores azul marino y rojo. Las botas negras, como de costumbre, resaltaban, al igual que su melena, que caía en un desorden aparentemente descuidado pero estilizado. En medio de un día sorprendentemente caluroso, su llegada tardía fue consecuencia de la confianza depositada en las palabras de su madre, quien le aseguró un trayecto breve y sin contratiempos.

Al cruzar la puerta del aula, la desolación se apoderó de él al percatarse de que todos ya tenían sus círculos de amigos bien establecidos. Su corazón latía con furia contenida mientras sus ojos escudriñaban de un grupo a otro, sólo para descubrir que ninguno dejaba espacio para alguien como él. Con determinación, Jungkook se aferró a su mochila, adornada con una colección de llaveros y broches de sus series favoritas, y emprendió un paso decidido hacia el fondo del salón. Finalmente, halló un pupitre libre estratégicamente ubicado junto a la ventana.

El sol brillaba intensamente, más fuerte que nunca. Llevaba una muñequera en su mano, una compra impulsiva en una feria llena de chucherías. Le encantaba cómo se veía en su brazo y, en ese momento, era lo único en lo que podía concentrarse, mientras los demás charlaban animadamente, como si fueran viejos conocidos.

Al sentarse, dirigió su mirada hacia la ventana. Observó un inmenso árbol junto al edificio, suspirando, aliviado al estar resguardado del sol que, a esa hora, quemaba la piel. Las clases, programadas para la tarde, coincidían con el implacable sol. Podía sentir el sudor incómodo en su espalda.

Se encontraba tan solo que la sensación resultaba un tanto patética. Observó detenidamente el aula, y su mirada captó a un chico notablemente atractivo, con unos ojos que se movían entre el verde y el azul. Desprendía un carisma impresionante, su sonrisa dejaba ver hoyuelos y su cabello oscuro tenía una ligera ondulación. En parte, sentía envidia, ya que todos lo trataban como si fuera un ser omnipotente.

Su mirada curiosa se deslizó por el aula hasta posarse en un rincón donde resonaban risas incesantes. El protagonista de ese bullicio era un joven de estatura elevada y figura esbelta. Sus ojos, de un cautivador color avellana, destacaban en armonía con su nariz de estilo griego y un rostro elegantemente perfilado. Ese chico parecía irradiar alegría, como si cada palabra que pronunciara fuera el punto culminante de una comedia personal que todos a su alrededor disfrutaban.

Jungkook permaneció allí, observando a todos, reflexionando que quizás las cosas serían diferentes si hubiera llegado temprano. Se sentía solo, no quería cerrar el año sin amigos. Aún recordaba las palabras de su mejor amigo antes de irse a clase, “eres increíble, harás amigos rápidamente”. Se sintió como un impostor, ya que su único amigo real en el mundo era Park Jimin, y ahora enfrentaba el mundo completamente solo, teniendo que soltar su mano, al menos en la preparatoria.

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Nota: Holensss mi gente bella y saludos especiales a mis seguidores que siempre votan ❤️ esta es selcouth pero como debería ser originalmente, porque esta historia es sobre mi vida y sobre mi primera pareja. Acá sale el Romolo original, me refiero a que sale el chico que inspiró a Romolo, así que aquí sale el Romolo más Romolo de todos los Romolos djjdj. Van a leer un trozo importante de mi vida en esta historia, y la subo porque pronto terminaré la corte del girasol entonces por eso. Bueno, espero que la travesía de mi vida les entretenga, efectivamente soy el Jungkook de esta historia jdjdj. Se les quiere, también tendrá canciones y todo, como la selcouth original, porque después de todo ambas cuentan la misma historia, con la diferencia de que cuando escribí selcouth la primera vez, todavía estaba enamorada de mi ex, ahora pues no djjdjdj. Carlitos fuerans.

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