4. I was all over her.

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Jungkook se encontraba algo tenso mientras Edmond ocupaba el pupitre tras él, jugueteando con una pequeña botella de agua con burbujas. Lan­zaba burbujas despreocupadamente, salpicando la mesa con líquido y riéndose sin mostrar preocupación alguna. La actitud despreocupada de Edmond le irritaba, sintiendo que en cualquier instante podría recibir una de esas burbujas en su cabello.

Joonjae, quien estaba a su lado, también compartía su irritación. Edmond tenía la habilidad de atraer el bullicio a donde quiera que fuera. Su vida era como un constante carnaval, buscando siempre el lugar donde disfrutar al máximo.

En un momento, en medio de sus despistes, desafortunadamente volcó accidentalmente el frasco de burbujas sobre la mesa. El líquido burbujeante amenazó con empapar la mochila de Jungkook, que descansaba en el respaldo de la silla. Con una reacción veloz, movió la silla bruscamente y, con gestos apresurados, comenzó a hurgar en su mochila en busca de cualquier cosa que pudiera utilizar para secar y remediar la situación en la mesa.

— Eres un idiota, Edmond. — Murmuró Francesca negando con la cabeza, pero Edmond simplemente reía.

— Las burbujas iban a ser mi entretención del día. — La risa de Edmond era contagiosa, incluso Jungkook esbozó una pequeña sonrisa mientras le secaba la mesa —. Bueno, a la mierda, tendré que conformarme con hablar con ustedes.

— Lo dices como si fuera algo malo. — Dijo Joonjae medio recostado sobre la silla, mirando como todos limpiaban el desastre antes de que llegara el maestro.

— Bueno, tú y Francesca medio que me caen mal, y Jungkook ni siquiera me habla.

La observación fue hecha en tono humorístico, pero a Jungkook le afectó, ya que tenía algo de verdad. A pesar de sus esfuerzos por ser más sociable y romper la barrera que había construido a su alrededor, sólo se sentía cómodo conversando con Joonjae. Aunque aparentemente tenía una buena relación con Francesca y Edmond, eran simplemente amigos de Joonjae, no los suyos propios. Su dependencia en Joonjae iba más allá de ser compañeros de pupitre; era su primer amigo de la preparatoria y confidente, la única persona con la que podía compartir sus experiencias diarias.

Sin pronunciar palabra, se fundió silenciosamente con el entorno, su habitual táctica en multitudes. Afortunadamente, Edmond y Francesca decidieron apartarse, dirigiéndose hacia los pupitres de la fila del medio. A pesar de ello, persistía una incomodidad palpable en su estómago.

— ¿Qué deporte elegiste? — Preguntó Joonjae distrayéndolo de sus propios pensamientos destructivos. Sus ojos de ciervo se enfocaron en su único amigo de la preparatoria mientras le sonreía.

— Baloncesto, ¿y tú?

— Estoy en voleibol.

— ¿Ese deporte no es para chicos homosexuales?

— ¿Qué dices, Jungkook? — Joonjae rio, dándole golpecitos en la espalda —. Claro que no, no hay ningún homosexual en la clase.

— Sí, claro. Amigo, ser gay está okay.

— Basta, no soy gay.

Jungkook de pronto volvió a sentirse animado; su verdadera personalidad se manifestaba cuando se sentía cómodo. Reconocía tener una de las personalidades más peculiares y destacaba constantemente con sus ocurrencias. Sin embargo, lamentablemente, solo lograba socializar con Joonjae en la preparatoria.

— Me vi una serie donde todos eran realmente gays y jugaban voleibol. ¿Alguien más está en voleibol?

— No, todos están en fútbol y balonmano. — Joonjae se encogió de hombros, todavía riendo por las estúpidas insinuaciones de Jungkook — ¿Qué clase de serie viste?

SELCOUTH 変 KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora