4. Desearía Ser Ella...

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*suena Heather de Conan Gray de fondo*

Chan llevaba ya un par de meses visitando constantemente la mansión Kim, está demás decir que el señor y la señora Kim no estaban enterados de dichas visitas. Seungmin siempre lo esperaba en el mismo lugar y habían creado un simple código para que el joven Kim no tuviese problemas, no era muy común que el señor Choi o la gente de servicio se paseara por sus plantas cerca de la reja, especialmente por ese lugar, pero algunas veces ocurría y preferían ser los únicos enterados de lo que hacían.

Chan pasó silbando a lado de la mansión Kim como era ya lo habitual esos días, su mirada decayó al no escuchar una respuesta del otro lado de la reja, no era la primera vez que el joven Kim no podía salir a la hora acordada, pero aún así la ilusión caía cuando el silbido no era respondido.

—Parece que Seungmin te dejó plantado —Escuchó una voz femenina detrás de la reja que lo hizo congelarse en su lugar, ¿como es que los habían descubierto tan pronto? —¿Por qué no respondes?

—Disculpe, no sé de que habla —respondió tratando de sonar relajado y confundido con la situación.

—Ya sabes... A quién llamabas hace un segundo —No podía ver a la dueña de la voz y aquello lo ponía nervioso, sonaba bastante joven como para ser la madre de Seungmin, ademas de que sabía que esa mujer no se acercaba a las plantas de su hijo, le causaban desagrado.

—Yo solo iba pasando, silbaba para hacer más ameno mi camino al bosque, señorita —dijo aún buscando con la mirada y entonces la dueña de la voz abrió un hueco entre las plantas igual que Seungmin había hecho la primera vez.

Era una joven más o menos de su edad, tenía unos lindos labios en forma de corazón y un cabello negro que hacía resaltar sus facciones, parecía pertenecer a una familia adinerada pues lucía elegante, su mera presencia era imponente aún cuando sus ojos pequeños parecían llenos de amabilidad. Vio a la joven comenzar a reír y entonces recordó la situación en la que se encontraba, la miró con confusión y la chica se detuvo.

—¿Te asusté? —preguntó la joven sonriendo.

—¿Quién es usted, señorita? —preguntó Chan con cautela.

—La futura señora Kim —respondió la bella joven mientras sonreía, parecía no notar la situación en la que se encontraba.

Aquella respuesta había golpeado directamente en el corazón de Chan y ella parecía tan inmersa en su felicidad por ser la prometida de Seungmin, que le pareció más doloroso aún.

—Felicidades, señorita —respondió Chan sin saber de donde sacó la fuerza —. Si me lo permite ahora seguiré mi camino.

Chan comenzó a caminar con la mirada clavada en el suelo, la joven le gritó algo desde la reja pero no la escuchó, estaba envuelto en miles de pensamientos.

El Chico de las Margaritas | ChanMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora