7. Seungmin, Te Vas A Casar.

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El viento fresco acariciaba las mejillas de Seungmin mientras este suspiraba un poco afligido

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El viento fresco acariciaba las mejillas de Seungmin mientras este suspiraba un poco afligido. Últimamente la convivencia con sus padres se volvía cada vez más sofocante, él sabía que sus padres no eran personas especialmente amables o cariñosas con él, pero después de vivir veintidós años junto a ellos había aprendido a comportarse para darles gusto y no molestarlos, pero aún con todo su esfuerzo, esos días parecía no importar, cualquier cosa fuera de lugar les irritaba, el personal de la mansión en su presencia era inaceptable. Pasaban la mayoría del tiempo encerrados en su despacho revisando documentos o fuera de casa, no pasaban tiempo con él y aun así hacían sentir a Seungmin presionado, la tensión podía sentirse en el aire y él no comprendía por qué.

—¿A qué debo ese suspiro tan afligido? —preguntó Chan acomodándose detrás de él. Eran alrededor de las seis de la tarde, la hora en la que siempre llegaba Chan a visitarlo después del trabajo para pasar un rato con él. Seungmin se sentaba a esperar en la sombra, recargado en aquella cerca que los dividía todos los días cubierto de plantas que Seungmin cuidaba —¿Tus padres siguen siendo molestos?

—Nunca han dejado de serlo, Chanie —respondió sin ganas —Hoy le gritaron horrible a mi nana solo porque tardó un par de minutos más en servir el desayuno, esa adorable y vieja mujer, no debería estar sufriendo estas situaciones a su edad, debería estar descansando gozando de su vejez, traté de defenderla y solo conseguí meterme en problemas, al menos desvíe la atención lejos de ella.

—Nunca entenderé a las mujeres de alta sociedad, la bruja es igual a tu madre.

—Al menos su esposo es bondadoso, mi padre no lo es, él es incluso peor si se lo propone.

—Al menos pasa la mayoría del tiempo en su despacho, sería peor si presenciara esas situaciones —Chan escuchó suspirar a Seungmin de nuevo y sonrió, sabía lo difícil que era vivir con unos padres así, veía todo el tiempo como le afectaba a Hyunjin el rechazo y mal trato de su madre, a veces disfrazado de palabras dulces que terminaban en algo terrible para el joven, la diferencia era que Hyunjin tenía a su nana, a su padre, a él y un par de amigos en el pueblo que lo apoyaban y le regalaban momentos llenos de alegría y aventura cuando lograba escaparse de su madre por un rato; Seungmin por su parte solo tenía a su dulce nana, la señora Young, a quien apenas lograba ver una vez al mes y a él. Aquello le motivaba a darle tantos momentos de alegría cómo pudiera, por eso sonreía, esos minutos de retraso a su reunión valían totalmente la pena
—Levántate y cierra los ojos.

El castaño se puso de pie animando a Seungmin para hacer lo mismo mientras este lo imitaba confundido.

—¿No hay nadie cerca? –preguntó Chan recordando que debía ser cuidadoso.

—Mis padres fueron de visita con unos amigos, el señor Choi los acompaña así que no vendrán hasta más tarde, ¿puedes decirme qué pasa? —La sonrisa emocionada de Chan le causaba un poco de curiosidad y Seungmin sentía como las ganas de sonreír se le contagiaban a él.

El Chico de las Margaritas | ChanMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora