IX

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Kiyomi caminaba tranquilamente por el sendero donde la llevaría a un pueblo que la acercaba a la aldea. Sus pensamiento estaban en su salvador, aquella persona que aun siendo su enemiga la vio como aliada.

¡¡AYUDAA!!

Kiyomi en una explosión de velocidad se dirijo a donde provenía la voz.

...

-¡Por favor! ¡Regresarme a mi hija!

Una mujer gritaba desesperada, a su lado su esposo estaba muerto con un corte profundo en el pecho.

-¡Vine por ti mujer! ¡Te vamos a dar a los peces gordos así nos das más crías bonitas!

La sonrisa de locura y perversión del hombre hizo qué la mujer retroceda lentamente.

-¡Po-Por favor! ¡¡AYUDAA!!

El grito solo hizo reír más fuerte al bandido qué se lanzó hacia la mujer listo para atraparla.

Un sonido chirriante de metal cortando el aire atrajo la atención del bandido qué no pudo reaccionar al ver unos sembones brillantes qué se incrustaron en todos los puntos de movimiento.

-Tranquila, yo te protego.

La mujer miro desconfiada a la chica, pero aun así se protejo detrás de la chica.

-Para quien trabajas.

La voz tranquila hizo qué el hombre sonría más locamente.

-Seviras de puta, puta.

Una patada hizo qué el hombre que estaba boca arriba la mira con filocidad.

-¡A quien te crees que golpeas! ¡Soy subordinado del gran sayaman!

El silencio reino el lugar, las caras confundidas de las mujeres hizo qué el hombre se mueva incomodo.

-¡Dije el gran sayaman!

Kiyomi se dio vuelta y le pregunto a la mujer si estaba bien "ignorando" al hombre.

-No... ¡¡Me ignores!!

El hombre sorprendente se levantó y su brazo izquierdo qué estaba sano se infundió en chakra curativo, formando el chakra bisturí.

Estúpido.

Kiyomi solo hizo un sello con una mano y repentinamente el senbon qué estaba en el codo de la mano izquierdo se movió levente y de pronto.

¡Ahhhhhh!

El grito del hombre llego tarde. Su brazo izquierdo se desprendió lentamente de su cuerpo, ahí donde estaba el sembon ahora había una bola de picos de hielos.

No pudo terminar de gritar cuando el hombre fue cubierto de hielo completamente.

-Dígame, quienes son esos seguidores del sayaman.

La mujer temblorosamente empezó a hablar.

...

-Ya veo, a donde se encuentra esa aldea.

La mujer la vio con ezperanza, esperanza de que su hija vuelva.

-E-esta a dos días hacia el norte.

Los ojos de kiyomi se abrieron, ella se estaba dirijiendo al sur, a un día de llegar a la Aldea Oculta del Lobo Aullante, sus pensamientos regresaron a las palabras de roshi el maestro de naruto.

"Regresa rápido"

Kiyomi estaba por rechazar la solicitud pero sintió una mano en su hombro y sus ojos se abrieron, ahí estaba naruto con una sonrisa brillante y amable.

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