Mi Omega

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Jungkook y Taehyung se encontraban de camino a su residencia, naturalmente Namjoon les exigió llevarlos en su propio auto, acompañados claro por una gran flota de camionetas cerradas total black, iban algo incómodos, dentro del auto se podía apreciar el olor a cuero limpio y a inhibidores, lo bueno era que al menos no se retrasarían tanto.

Iban distribuidos, Namjoon iba manejando, Jin de copiloto y los otros cuatro iban apretados Atrás, aunque ninguno de ellos se quejaban.

Estaban a dos cuadras, cuando Taehyung iba a indicarle a Namjoon por dónde debían doblar, el alfa mayor simplemente giro, y estacionó en frente de su edificio.

Jungkook iba a preguntar cómo es que sabían dónde vivían, pero fue arrastrado a bajar del auto por Taehyung. Subieron al octavo piso a toda prisa para buscar sus pertenencias.

— Ellos saben dónde vivimos — le dijo Jungkook mientras metía tres libros y dos cuadernos en su bolso.

— Son la maldita Yakuza, claro que van a saber donde vivimos Kook — hablo Tae mientras metía sus anotadores a su mochila.

— ¿Que vamos a hacer?

— No lo sé, por lo pronto no hay que hacer nada, mientras más pasemos desapercibidos mejor.

— Si claro — ironizó Jungkook mientras se asomaba a la ventana— cuatro, cinco, seis, siete. SIETE AUTOS BMW idénticos estacionados fuera de nuestro edificio, cuidando un ROLLS ROYCE GHOST, muuuy desaparecidos.

— Jungkook — llamó — por favor, tratemos de llegar hoy, cuando terminen nuestras clases vemos que haces ¿Si? — Jeon miro a su mejor amigo, aún seguía un poco palido, se notaba que sudaba un poco y sus feromonas estaban débiles — aún me duele la cabeza, quiero ocupar mi poca energía en asistir hoy a clases, no puedo perder esta beca.

— Tranquilo hermano, vamos bajando. — palmeo el hombro de Tae — cuando tengamos hora libre te invito un té.

Bajaron de nuevo casi corriendo, pidieron permiso antes de subirse de nuevo al auto de Namjoon y emprendieron camino en silencio.

Lo cierto es que Tae no se sentía tan bien, pero no podía permitirse faltar, mucho menos el segundo día, lo único que lo calmaba un poco era el aroma a fresas de Hoseok, quien estaba callado al igual que su hermano.

Naturalmente Namjoon se dirigió sin indicaciones hasta la universidad de los alfas menores.

— Realmente se lo agradecemos señor — repetía Taehyung mientras hacía reverencias cuando bajaron del auto.

— Gracias a ustedes llegamos temprano, se lo agradecemos mucho — hablo Jeon.

— Buscaremos la forma de compensarlos — hablo Taehyung a Hoseok

— Pues, ya que insisten, a las 20.00hs en punto iremos a cenar — dijo divertido Hoseok — si se retazan un minuto, haremos que parezca un accidente — finalizó riendo ante la cara de incredulidad de Tae .

— Hobiiii — amenazó Namjoon — chicos, vayan a clases. Antes de que pierdan el tiempo de ingreso.

— Si señor — se despidió Taehyung mientras entraban corriendo.

No sé percataron que todos los presentes los observaban, después de todo llegar bien vestidos y con una flota de automóviles de lujo no era muy común, pero a los chicos que iban apurados se les pasó.

Taehyung tenía clases en el 5to piso y Jungkook en el 7mo, se separaron en los ascensores.

Jeon sentía el aroma de su amigo, lo sentía débil pero Taehyung parecía normal, no mencionó nada, pensó que quizás era por los nervios de llegar tarde. Ahora tomaron sus caminos y siguieron su día.

Cerca de las 13:30 ambos alfas se encontraron nuevamente, taehyung iba comentando lo particularmente pesados que estuvieron las clases hoy, Jungkook pudo sentir el cansancio de su amigo, lo invito a almorzar algo para ver si mejoraba.

Tae no era una persona que normalmente se enfermara, por el contrario siempre fue el cuidador en su familia, por eso jeon estaba muy condescendiente con él.

— Deberías de ir a la enfermería, de verdad no hueles nada bien – le dijo kook mientras le daba un bocado a su hamburguesa.

—Si, quizás – le resto importancia, pensando que solo era cansancio.

—Terminemos esto y te llevo, no voy a dejar solo a mi hermanito – bromeo Jungkook

Tae simplemente viró los ojos y sonrió.

Y después de eso se desmayo.

Jungkook desesperado, alzo a su amigo y lo llevo corriendo a la enfermería que estaba a dos pasillos del bufet. Un chico mayor pero joven les hizo pasar y le pidió que pusiera a tae en la camilla.

— ¿Qué paso? – pregunto el chico.

— No lo sé, estábamos almorzando y de la nada cayó al suelo – comento kook apresurado y pisando sus palabras – no estuvo muy bien durante todo el día.

— Ya veo – decía el chico mientras examinaba las pupilas, los oídos y la boca de tae – ¿es un alfa?

— Si.

— Mmh, está muy débil, casi creí que era un beta – dijo mientras sacaba un anotador y comenzaba a escribir – bien voy a mandarlo al hospital San Mungo, allí le darán una mejor atención, voy a llenar la hoja con sus datos y...

La puerta se abrió de un solo golpe, Hoseok apareció detrás de ella acompañado de jimin y quizás cuatro o cinco guardaespaldas.

— Taehyung – murmuro Hoseok, ignorando a los presentes.

— Hoseok – llamo el chico de la enfermería. Jeon algo confundido iba a preguntar si lo conocía, pero al ver la cara del enfermero supo que algo no andaba bien.

— El muchacho se va con nosotros – hablo fuerte Jimin, como si fuera una orden.

—Ya veo, ¿tu nuevo juguete Hoseok? –  dijo en tono burlón – debería haberlo sospechado, tiene todos los síntomas.

—Jackson ya cierra el puto hocico – amenazo Hoseok.

Omega – se escucho murmurar a tae, seguía desmayado pero su lobo era consciente de lo que estaba pasando.

— Más bien, un prostituto diría yo – comento el enfermero, y el comenzó a esparcir su feromona, Jeon perdió la cabeza en ese momento.

No sé qué rayos son ustedes, pero quiero que mi amigo reciba atención – murmuro molesto.

— Si, lo llevaremos con nosotros – repitió el Kim mayor.

—Obviamente – rio de forma burlona Jackson mientras se levantaba y se acercaba a Hoseok – no pierdes la maña ¿Eh? Pequeña Sanguijuela.

El enfermero termino estampado en la pared, una mano en su cuello le impedía respirar, unos ojos violetas mostraban que el alfa de jungkook no estaba para nada contento, por la sorpresa dejo de esparcir sus feromonas y quedo relajado.

Como vuelvas a hablarle así a cualquiera de ellos, te rompo el cuello – advirtió el alfa.

Los guardaespaldas de los Kim tomaron a Tae y lo llevaron a uno de los autos en lo que estaban vigilando a los amigos. Jungkook seguía con su alfa alterado, así que nadie se animo a despegarlo de su amigo.

Tae estaba recostado en el hombro de su amigo, Jungkook iba pegado a la ventana izquierda y Hoseok a la derecha, Jimin se sentó en el copiloto y fueron a toda marcha.

A los pocos minutos de viaje Tae comenzó a olfatear el cuello de Jungkook.

¿Dónde está? – Preguntó semi inconsciente – donde esta hoseok, Jungkook, ¿Dónde está mi omega?

7 diamantes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora