꒰ hell's greatest﹔hazbin hotel ꒱

❛ loose ❜

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Una respiración pesada, una risa burlona y el sonido de pieles rozándose entre sí. Sudor y gotas de sangre dorada manchaban las sábanas debajo del primer hombre. Adán se retorcía debajo del fogoso toque del ángel caído acariciando su pecho, su lengua enredándose con la suya. Su mente estaba en blanco, siempre lo estaba cada vez que las manos de Lucifer rozaban sus extremidades justo después de acabar.

Los labios de ambos se separaron y Lucifer se alejó unos centímetros para poder apreciar el desastre que era Adán en su cama, aun retorciéndose en el éxtasis de su orgasmo. Su cabello estaba desordenado de lo mucho que había tirado de él, sus labios estaban rojos y levemente hinchados, revelando la incontable cantidad de veces que Lucifer los besó y mordió. Mejillas color carmesí y su expresión irritada; cejas fruncidas y mirada desafiante.

Un hilo de sangre se deslizaba de la mordida en su hombro, aumentando el deseo del ángel caído de poseer a Adán nuevamente. ──Qué desperdicio... ──susurró con una sonrisa de lado, levantando una gota de sangre de la herida, llevándosela a sus labios. ──Tan lindo y tan estúpido. ──expresó, saboreando el apenas dulce sabor del líquido dorado en su lengua.

──Cierra la puta boca. ──Adán desvió la mirada, intentando normalizar su respiración, sintiéndose incomodo al sentir como la mezcla de su propio semen y el de Lucifer se mezclaban en su estómago. ──Dios, ¿en serio tenías que acabar encima mío? Agh, es asqueroso. ──dijo mientras se sentaba en la cama y levantaba del suelo la camisa a rayas de Lucifer para limpiar su estómago, lanzándola a un lado de la habitación mientras volvía a ponerse sus bóxers, intentando reprimir su enojo hacia el ángel caído al sentir sus piernas temblar ligeramente. Qué humillante.

──Oh, ¿de verdad? No recuerdo que te quejaras, ──murmuró Lucifer mientras se ponía su propia ropa interior, mirando por el rabillo del ojo como Adán maldecía en susurros, notando el ligero temblor de sus piernas. Su sonrisa se agrandó aún más, recostándose entre las almohadas que había acomodado anteriormente para Adán. ──Pero si te recuerdo diciendo "oh, sí, dame más, no pares". ──exclamó el rubio, imitando la voz de Adán.

Una almohada se estrelló en el rostro del ángel caído, borrando momentáneamente su sonrisa. ──¡N-Nunca dije eso, imbécil! ──declaró el primer hombre, su rostro rojo de ira y humillación. ──Vete a la mierda. ──susurró, levantándose de la cama y caminando con dificultad hasta la puerta, azotándola detrás de él lo más fuerte que pudo.

──¡Oh, vamos! ──exclamó Lucifer entre risas, levantándose de la cama para seguir a Adán a donde quiera que se dirigía. ──¡No te pongas así, Dickmaster! ──llamó, burlándose de aquél autodenominado apodo de Adán.

El castaño sólo lo ignoró, sintiendo en cada paso la incómoda sensación en su espalda baja que le recordaba lo que había pasado hace unos momentos atrás, dirigiéndose al baño para limpiarse e irse lo más rápido posible del maldito lugar.

Había sido otro error impulsivo, nunca debió bajado la guardia de esa manera, pero el momento en el que aquella mirada se posó en él, el no cometer un pecado había dejado de ser prioridad en su nublada mente, perdiéndose en las palabras que aquél diablo le susurraba en el oído.

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