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—Dale esto al agente— dijo un cocinero mientras me entregaba una bandeja. —Órdenes del jefe— volvió a decir, y yo simplemente asentí antes de comenzar mi ruta.
Habían pasado cuatro días desde que vi a aquel agente. Me sorprende que aún lo tengan con vida, y en ese tiempo me sentía bastante mal, aunque no tenía idea de por qué.
Gracias a que "distraje" al agente, no me castigaron por mi cobardía. Lo único que hicieron fue dejarme con vida. Ni siquiera me curaron la herida en mi mano; tuve que hacerlo sola. Otra cicatriz nueva para la colección.
Bajaba las escaleras mientras sostenía con cuidado la comida, que era muy poca. Al menos lo iba a alimentar, quería hacerlo como agradecimiento por no haberme matado. Aunque pienso que me debe estar odiando, ya que por mi culpa lo capturaron.
Pero al menos podré verlo bien.
—Ahora, ¿Qué quieres, Lake?— preguntó el guardia que vigilaba la puerta.
—El jefe me mandó a alimentarlo—;respondí de mala gana. Ese guardia iba conmigo en el orfanato, tres años mayor que yo. Me sorprende que haya sobrevivido bastante.
