Capítulo 16 - ¿Lo quieres a él?

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*Narra Vera*

- Bienvenida al segundo piso cariño. 

Escucho a mi madre decir al momento que el mesero deja una pequeña tarta sobre la mesa con unas velas formando el número veinte frente a mi. 

- Asegúrate de pedir un deseo antes de soplarlas. - Odette dice mientras saca su móvil para hacer un video. 

Yo me lo pienso bien, ¿qué deseaba? No mucho, en realidad. 

Solo deseaba seguir siendo igual de feliz como lo había hecho hasta ahora, deseaba seguir teniendo en mi vida a personas increíbles como Odette y como mi madre, pero aún más que eso, deseaba tener la cabeza tranquila, no como ahora que no paraba de darme vueltas. 

Esta noche apenas y pude pegar el ojo después de todo lo que había pasado con Pedri. No dejaba de darle vueltas a todo. Estaba molesta porque me había dejado sola toda la noche, si, pero lo estaba aún más porque sabía que había estado con ella. Estaba celosa, muy celosa, pero no quería admitirlo en voz alta, porque eso significaba admitir que yo sentía algo por Pedri más allá de lo que me gustaría. 

Sabía que empezaba a tener sentimientos por él, joder cómo no hacerlo, cuando quería Pedri realmente podía ser una persona con la que me gustaba pasar el tiempo, me gustaba estar con él, pero no me gustaba como me sentía conmigo misma cuando Pedri hacía algo así. 

Sabía el valor que tenía, y ni siquiera Pedri podía hacer que me olvidara de eso. 

Por eso había decidido poner un alto a esto que estábamos haciendo. No al contrato, necesitaba el dinero, sino a lo que ocurría entre nosotros, no quería enamorarme de él, no podía. No me gustaba lo vulnerable que me volvía y como todo lo que hacía me afectara de alguna manera. 

Hablaría con él, a partir de ahora lo nuestro sería estrictamente profesional, solo saldríamos si teníamos que hacerlo, iría a sus partidos y lo acompañaría a sus eventos para ayudarlo, pero ya no podía seguir enrrollándome con él, no hacía más que confundirme. 

Después de soplar las velas mi madre y Odette aplauden y terminamos de desayunar. Habíamos venido a una terraza muy linda en el centro. Ellas hablaban animadas, mientras yo intentaba seguir el rumbo de la conversación, pero la verdad me era imposible, mi cabeza estaba en otro lado. 

- Vera, ¿qué te pasa? - Odette me pregunta extrañada. 

- ¿Esta todo bien hija? ¿Ha pasado algo con Pedri? - A mi madre no se le escapaba ninguna.

- ¿Qué? ¿Por qué lo dices? 

- Pues porque no está aquí. - Odette dice obvia. - Y tienes cara de culo. 

- No tengo cara de culo. - Digo ofendida.

- Si la tienes, venga, habla. 

- No ha pasado nada.- Resoplo cansada. - Solo quedamos de vernos por la tarde porque quería pasar la mañana con ustedes.-  No era del todo mentira. 

- Aún así me hubiera gustado que estuviera aquí, después de hoy quien sabe hasta cuándo lo veré, ¿vendrá a Soria contigo cuando sean las fiestas? - Intento pensar en algo rápido para decirle a mi madre.

- No lo sé mamá, con todos los partidos y eventos que tiene, no se si pueda. 

- Ya, ojala si, así conoce el pueblo donde creciste. - Yo asiento con la cabeza no muy convencida e intento ser partícipe en la conversación para que no me vuelvan a preguntar nada más sobre Pedri y yo intento no seguir pensando en él. 

Estamos por terminarnos el desayuno cuando mi madre recibe una llamada, ella voltea a ver el teléfono extrañada, después sus facciones se endurecen un poco e ignora la llamada. 

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