*Narra Pedri*
No se que tenía Vera que me gustaba tanto, pero sabía que una de esas razones era lo bien que besaba.
Deseaba tanto estar con ella así y por fin lo iba a conseguir, solo necesitábamos acostarnos una vez, solo una vez bastaría para que se me quitaran las ganas y lo que creía que sentía por ella se aclararía, solo era un polvo nada más, como todas las demás.
Si, Vera me gustaba, pero era porque convivía con ella más que con nadie, además, era muy atractiva, estaba muy buena y por eso me atraía tanto, pero eso y estar enamorado era muy diferente y yo sabía que no lo estaba. Tal vez debería aclararlo, no quería que mis palabras de antes se malinterpretaran, pero no lo veía necesario, ella tampoco estaba enamorada de mí.
Solo era sexo, para ambos.
Pego a Vera a la pared de la habitación y evito soltar un gruñido al escuchar el choque de su cuerpo contra esta, me ponía muchísimo. Beso sus labios y su cuello desesperado mientras ella recorre con sus manos mi espalda.
Sin mucho esfuerzo la levanto y ella instantáneamente rodea mis caderas con sus piernas, mientras vuelve a atrapar mis labios en un beso húmedo. Sus manos sostienen mi mandíbula mientras con sus dedos acariciaba levemente mi barba de hace unos días.
Mi saliva y la suya se mezclaban, nuestras lenguas no dejaban de acariciarse mientras llevábamos a cabo una batalla de quien tenía el control. Supe que ella lo tenía cuando sin mucha fuerza muerde mi labio inferior y yo suelto un gemido apenas audible.
Aprieto más su cuerpo contra la pared si es que aún era posible y al sentir el roce de su pantalón contra el mío decido que es suficiente.
Avanzo con Vera y la apoyo sobre el escritorio que había en el cuarto del hotel. Me separo de sus labios solo lo suficiente para poder quitarnos las miles de capas de ropa que llevábamos encima. Vera clava sus ojos en los míos, dios esos ojos verdes iban a volverme loco.
Su aliento a cerveza se mezcla con el mío cuando ambos emitimos una pequeña sonrisa, Vera vuelve a mirarme a los ojos y después de coger mi nuca con sus manos vuelve a besarme, solo que no es como antes, es más calmado.
Yo aprovecho para desabrochar su chaqueta y la mía mientras Vera seguía haciendo maravillas con su lengua. Lanzo las chaquetas a algún lado de la habitación y me separo de ella para seguir quitándole la ropa, pero una sonrisa inconsciente sale de mi al verla con una camiseta del Barça.
- Espero que sea la mía.
- Sabes que no lo es. - Me responde mirándome a los ojos y ambos soltamos una leve risa.
- Ya se que tu querías salir con Lewandoski, pero tendrás que conformarte conmigo. - Vera emite una gran carcajada y después niega con su cabeza burlona.
- Era con Gündogan.
- Ah es verdad. - Digo entre risas mientras cojo sus mejillas con mis manos y me acerco para volver a besarla.
Vera se quita su camiseta y yo hago lo mismo con mi sudadera, mientras ella se baja del escritorio y me guía hasta la cama, donde se sienta sobre mi. Aprieto su culo fuertemente para bajarla más hacia el bulto que ya hace rato que se había formado en mi pantalón mientras ella se quita su térmica.
- Me iba a volver loco si aún tenías algo más abajo. - Jadeo en su oído y después lamo el lóbulo de su oreja.
- Esta es la última. - La escucho decir en apenas un susurro.
Con mis manos acarició su espalda mientras Vera me besa moviéndose adelante y atrás sobre mi. Empieza a hacerlo con movimientos suaves que apenas son perceptibles, pero que se aceleran cuando mis manos hacen a un lado su sostén y acaricio con ganas sus pechos.
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THE ONE
RomanceAlgo que empieza por un contrato, debe terminar por lo mismo, ¿no es así? Vera y Pedri se ven envueltos en un contrato que los unirá por un año en un intento de salvar la carrera de Pedri, quien está a punto de perderlo todo por los rumores que lo...