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Kiara Fleming

Estábamos en la iglesia, en el funeral de Pilar Ferrero, una jovencita de tan solo unos 19 años, dos años mayor que yo.

Ella fue encontrada en su habitación luego de haber tomado dos botes de pastillas tranquilizantes. La nota suicida no fue revelada por los padres. Era la primera vez que pasaba algo así en Wilson. El pueblo estaba anonadado, nadie quería creerlo, el suicidio era un tema intocable aquí.

Yo personalmente, no estaba para nada triste.

Nunca había hablado mucho con ella, y aunque fue de aproximadamente mi edad, y no esperaba que esto le pasará, no era de mi incumbencia.
Simplemente no podía sentir nada al respecto.
No la conocía, no tenía relación con ella y eso era suficiente.

En fin, al terminar en la iglesia, fuimos directo al cementerio para el entierro.

Los padres de la chica lloraban desconsolados por su hija.

Vi a mi hermana, ella tenia la mirada puesta en los Philips, los líderes de la iglesia. Más específicamente, en su hijo, Carter.

De pronto, el silencio reinó en el lugar, tanto madre como Leigh y yo no giramos para ver lo que todos estaban mirando y ahí fue donde los vimos, los Stein.

La señora Mila Stein llevaba puesto un vestido rojo muy elegante que llegaba sus rodillas y dejaba sus hombros al descubierto. Llevaba su cabello rubio suelto ondulado en las puntas. Su maquillaje era impecable su labial rojo fuego. Ella caminaba con mucha habilidad en sus altos tacones oscuros. Ella sonrió ante toda la atención.
Traía una un tramo de rosas rojas inmenso en sus manos, su marido venía a su lado en un traje oscuro con una corbata roja, que como si quisiera hacer juego con la ropa de su esposa. Su cabello negro peinado hacia atrás a la perfección.

Luego estaban sus hijos. Sus hermosos y perfectos hijos.

Kaia llevaba puesto un vestido idéntico a su madre, con un maquillaje también idéntico. Se veía extraordinariamente bien con su pelo corto en su tan hermosa y perfilada cara. Frey la llevaba de la mano, el también vestido como su padre.

Heist, venía atrás, vestido tal cual su hermano y padre.

Al pasarnos para el lado mis ojos se encontraron con los de Heist por un segundo y de nuevo, esa sonrisa torcida apareció en sus labios, curvando los hacia arriba.

Mila puso las flores sobre el ataúd y le susurró algo a los padres de Pilar, quienes le dijieron una mirada de molestia por irrumpir así en el funeral.

El silencio que se había formado fue enseguida apartado por comentarios despectivos, críticas y sacudidas de cabeza.

¿Cómo se atreven?

Ni siquiera conocían a la chica.

¿Por qué han venido?

Las mujeres de esa familia no conocen el respeto.

Ellas mostrando toda esa piel, qué vergüenza.

Todos empezaron a murmurar.

Los Stein se dirigieron a nosotros, luego de alejarse del ataúd, y se pararon junto a nosotros.

Frey se paró a mi lado y no pude evitar mirarlo como idiota por unos segundos.

Mi madre le susurró a Leigh que ya volvía, luego de que su teléfono comenzará a vibrar.

Entonces, Heist se acercó, poniéndose detrás mío y de Frey, justo entre nosotros. Le eche una mirada y luego volví a mirar enfrente.

La despedida siguió, con el líder dando palabras de aliento a sus padres y pidiéndole al maldito "Altísimo" que la llevara con el apresar de todo.

Secretos hasta tumba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora