♡ [4] Santiago triste en San Valentín.

75 35 27
                                    

[ Julieta ]

Hoy 14 de febrero puedo decir que mi cita de San Valentín fue con mi futuro trabajo.

Pero yo fui la estúpida que se quedó esperando a su cita que, por cierto, nunca llegó. ¡¿Es que acaso en todo Santiago están las vacantes de trabajo ocupadas?! Dejé mi CV por toda la ciudad, de eso estoy segura y en todos lados me despidieron con la típica "Si, luego te llamaré"

Gracias a Dios que aún no he perdido todas mis neuronas totales y me he quedado esperando a la llamada... ¡Pues no! 

Si bien algo he aprendido es que las cosas se consiguen haciéndolas tú mismo y no esperando, esperar no me va a llevar a nada. Aunque, bueno, apenas hoy he mandado mi currículo, debería de esperar unos días más después de-

Me interrumpí ante un sonido ensordecedor e instantáneamente me levanté de la fuente donde me senté, comienzo a observar a la multitud del centro arrinconarse en un tramo de la vía obstruyendo la calle, al ver tanta gente llorando sentimentalmente lo primero que he pensado es que ocurrió un accidente donde falleció alguien, no me acerco porque está la turba encendida y me quedo mirando al grupo formado.

—¡No más Cupidogalletas!— Gritan al unísono y salen en procesión, unidos por la ira colectiva, comienzan a tirar sus ramos, galletas y peluches por todas partes. —¡Ese Cupido pagará por nuestros corazones rotos!

¿Qué? ¿Y qué culpa tienen las pobres galletas de eso?

—Cupido nos dijo "Jódanse" en toda la maldita cara. ¡El comercial decía que si las comíamos seríamos correspondidos y ocurrió todo lo contrario! Menos mal no compré nada, ¿Te imaginas? — escuché como cuchicheaban unas adolescentes cerca mías, no pude evitar soltar una auténtica carcajada.

Vale, primero, ese tal Cupido es un maldito genio ante ese nivel de manipulación a nivel nacional y segundo, ¡La gente suele ser muy crédula!, pfft... 

De todos modos, si esto va enserio, adoro al sujeto: Captó totalmente la esencia capitalista y consumista de este día y lo convirtió en cruda realidad para todos, ¡¿Quién haría eso?! El tipo es una mente maestra, claramente. Va en contra del sistema.

Después de todo, San Valentín es solo un día más en el calendario. ¿Por qué tendría que declarar mi amor hacia alguien hoy? ¿No puedo hacer eso cualquier otro día? Y, además...

¿Por qué tendría que culpar a otro por mi propio rechazo? 

¿Es que acaso la otra persona está obligada a corresponder?

Paso a tener una expresión de indiferencia ante esos pensamientos y un recuerdo crudo aparece como si se tratara de la escena de una película.

...

Mi mente y mi cuerpo son transportados a la memoria de mis días durante el liceo y soy de nuevo una niña de 14 años, cuando aún era estudiante, creo que fue a fines de segundo año cuando esto pasó.

Me encuentro a mí misma aturdida preguntándome si debía entrar a ese salón o no.
—¿Be-Benjamín? — Le llamo y en un acto de valentía me asomo por la puerta.

El corazón me late a mil y la figura de Benjamín voltea hacia donde proviene la voz.

—Ah, Juli —Tranquiliza su postura al ver que solo soy yo. —¿Qué haces aún aquí? Pensé que te habías ido a casa ya.

Grabé cada detalle de él; Su serena voz, la corbata algo suelta de forma despreocupada, su camisa arremangada hasta los codos, el cabello castaño humedecido de sudor, su figura esbelta y mucho más alta que la mía en ese entonces, sus apenas notorias pecas, el reloj negro que le gustaba llevar en su muñeca derecha...

A mi realmente me gustaba Benjamín. 

Quería guardar el recuerdo de mi primer amor por siempre.

—Quería decirte algo, recibiste mi nota, ¿Verdad? —Inquirí en un hilo de voz, con miedo a que alguien nos escuchara, más específicamente, que alguien me escuchara.

—¿Eras tú? —Sonrió. —Me estaba poniendo nervioso al ver que solo quedábamos el señor de limpieza y yo. Solté una risita nerviosa. —¿Te pasó algo? ¿Quieres hablarlo?

Era momento de decírselo; —E-escucha... ¡Últimamente me gusta alguien mucho!

El castaño se colocó recto y algo serio: —¿Es un amigo mío? —Se comienza a acariciar la sien —Juli mis amigos son algo desastrosos... No creo que una chica tan linda como tú debería-
—¡Quién me gusta eres tú! —Interrumpí.

Grabé todos los detalles posibles de él en ese momento, pero no pude mirarlo a los ojos, a pesar de que me estaba viendo fijamente, su rostro es borroso de recordar para mí. 

No pude grabar su mirada en mi corazón.

Tal vez llena de decepción, enojo, extrañeza, no lo sé.

No puedo recordar

—Julieta. —Benjamín suspiró con pesadez —¿Sabes? Estos días he estado hablando con alguien y...

Finalmente he recordado ese sentimiento, otra vez.

El oscuro sentimiento del rechazo.

...

—Estación San Pablo, final de línea 1; por favor desalojar el tren.

Las personas a mis lados comienzan a abandonar el frío vagón.

¿En qué momento llegué al metro? Salí anonada en busca de aire fresco. Al estar arriba espabilé un poco más.

Aunque aún no podía observar el rostro de las personas a mi alrededor.

De nuevo me encontraba abrumada por mis propias emociones causadas por un recuerdo que había yo bloqueado hace años en búsqueda de un poco de consuelo propio.

La verdad es que creo que recordar momentos dolorosos con menor importancia harán que ese recuerdo duela menos.

¿Qué estaba haciendo antes de esto?

Ah, claro, encontrar un trabajo.

Enfocándonos otra vez en lo que es realmente importante en mi presente, aún me quedan unos cuantos currículos impresos y un buen tramo de San Pablo sin recorrer, así que debo ir en marcha antes de que anochezca. A pesar de que aquí también están realizando la misma clase de disturbios, dudo que unos cuantos vayan a ocasionar peligrosos actos en nombre del amor a lo largo de la ciudad. 

¿Qué tantos problemas podrían causar un grupo de corazones rotos?

꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦♡꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦

Galletas Para Un Corazón Malherido [#PGP2024] •  [#ONC2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora