Dark tiene descendencia con Sumire (Un personaje Fem del fanfic) ¿Quieren una pista? la "madre" de esa descendencia de Dark tiene el complejo de Lucifer (HH)
° ° ° ° ° ° °
Un +18 con Yūmi/Ryōko ¿Cuenta como trío?
Narrador Omnisciente
Yūmi se encontraba en una situación desesperada, con el Portador de Dedos frente a ella, mientras Meguri y Nobara se retiraban para buscar una estrategia. En un momento crucial, una invocación de Meguri le dio a Yūmi la señal para liberar a Ryōko, cambiando con ella. En un instante, marcas negras cubrieron el rostro, los hombros y el pecho de Yūmi, indicando que Ryōko había tomado el control.
"¡Muy bien, mocosa!" rió Ryōko con malicia. "No esperabas que pudiera unirme con esta maldición, ¿verdad?" Su voz resonó con un tono siniestro que helaba el aire a su alrededor.
Ryōko se dirigió hacia el Portador de Dedos con determinación, su presencia imponente llenando el espacio. "¿Qué te parece si acabamos con las amigas de esta mocosa?" preguntó con una frialdad que enviaba escalofríos por la espalda. La oscuridad en sus ojos reflejaba una determinación despiadada mientras se preparaba para enfrentar al enemigo.
Ryōko, lejos de tener intenciones de ayudar a Yūmi, se deleitó en su enfrentamiento con el Portador de Dedos. Después de destruirlo y tomar su tercer dedo, Ryōko lo devoró con una expresión de satisfacción en su rostro. Sin embargo, algo inesperado sucedió: Yūmi no recuperaba el control de su cuerpo. Ryōko, furiosa por ser usada, pero a la vez, confiada por haber sido utilizada sin un pacto, decidió dirigirse hacia Meguri.
"Por usar mi poder sin un pacto, se merecía esto", dijo Ryōko con malicia, su voz resonando con un tono gélido. "Me pregunto, ¿qué haré ahora?" se preguntó con diversión, revelando una crueldad que helaba la sangre.
"Maldición", pensó Meguri alarmada al darse cuenta de que Ryōko, incluso con solo el 15% de su poder, era una amenaza formidable. La situación se volvía cada vez más peligrosa para ella. "¿Qué estás tramando?" preguntó Meguri con temor en su voz, consciente de la peligrosa situación en la que se encontraba.
Ryōko se acerca lentamente a Meguri, con cada paso resonando en el silencio tenso de la habitación. Su mirada desafiante se clava en la figura temblorosa de Meguri, quien retrocede instintivamente, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Una sonrisa burlona se dibuja en los labios de Ryōko, sus ojos centelleando con malicia mientras disfruta del miedo palpable que emana de la hechicera.
"¿Qué está pasando, Meguri?" pregunta Ryōko con voz burlona, saboreando cada sílaba como si fuera un dulce prohibido. La expresión de Meguri revela su temor, sus ojos reflejando una mezcla de ansiedad y confusión. "¿Qué vas a hacer?" pregunta ella, su voz temblorosa traicionando su miedo.
Ryōko suelta una risa llena de diversión, sus ojos brillando con crueldad mientras agarra con fuerza la tela de su camisa. "Lo verás", murmura Ryōko con un tono de voz lleno de confianza y malicia, su mirada fija en la hechicera con una intensidad que hiela la sangre.
Con un movimiento rápido y despiadado, Ryōko se despoja de su camisa y sujetador, revelando sus grandes pechos con una confianza desafiante, sonrió siniestramente y, con un gesto despiadado, se arrancó el corazón, tomando a Yūmi como rehén. "A diferencia de la mocosa, yo puedo vivir sin el", dijo Ryōko, refiriéndose a su propio corazón, mientras sonreía, consciente de que Yūmi tardaría en volver
Meguri se vio obligada a acorralar a Ryōko, ese monstruo invencible que ahora sostenía la vida de su amiga en sus manos. "Debo hacerlo, aunque parezca imposible", pensó Meguri, decidida a enfrentarse a Ryōko y salvar a Yūmi.