Un beso y la gloria

43 7 1
                                    

Jeonghan tenía frío, más su cuerpo permanecía febril. La culpa era de Seungcheol , de su mirada enardecida y aguda.
"Vístete" Le indicó finalmente. Colocándose de pie y tomando su propia camiseta. Jeonghan ladeó la cabeza sin comprender el actuar de Seungcheol . "¿No me escuchaste, corderito? Vístete o me arrepentiré de esto"
"Uh. Sí"
Jeonghan tomó su ropa del suelo y con una rapidez apremiante, comenzó a vestirse. Sin levantar el rostro, observaba a su dueño a través de sus largas pestañas. Seungcheol fue el primero en estar listo, naturalmente.
El escultural convicto se apoyó en una pared y con brazos cruzados, esperó a que Jeonghan estuviese completamente envuelto en sus viejos harapos.
"Vamos" Indicó cuando Jeonghan terminó de amarrarse los cordones de sus zapatos.
El médico asintió en silencio. No iba a preguntar por el cambio de opinión de Seungcheol . ¿Había sido porque él se lo pidió? Bueno, quizás estaba siendo engreído pero vamos. No dañaba a nadie que pensara así. Solo sabía que era la segunda vez que el hombre estaba a punto de follárselo y no lo hacía.
Bendito fuera su lindo culo que aún estaba a salvo.
Seungcheol aferró su mano al pomo de la puerta, Jeonghan pisándole los talones. El de orbes marrones pensó que saldrían del camerino, más sus pensamientos fueron arrasados cuando Seungcheol , en un movimiento súbito y violento, lo estampó contra la pared más cercana.
"Beso" Gruñó el ojimiel.
Con manos ágiles sometió a Jeonghan, haciéndolo levantar sus brazos y apresándole las muñecas por encima de su cabeza
con una mano. Jeonghan gimió, agudo y temeroso, Sin embargo, no alcanzó a reaccionar ante tal súbito cambio, cuando los labios de Seungcheol se estrellaron contra los propios.

Sus sentidos se estimularon, su torrente sanguíneo se hizo sentir por todo el cuerpo, haciendo palpitar los puntos donde su pulso se encontraba. El aire estaba retenido en sus pulmones y sus piernas cedieron.
Seungcheol lo sostenía de la cintura con una mano, con una de sus piernas encajada en la entrepierna de Jeonghan . Respiraba jadeante y denso, expeliendo su caliente vaho sobre los labios del contrario. La testosterona destilaba de su cuerpo en un arranque pasional. Jeonghan podía palpar el deseo de Seungcheol en ese beso.
Los labios de su dueño eran calientes y llenos, sabían a tierra y sal; obscenos. Entreabrió los propios cuando la lengua de Seungcheol lo demandó, queriendo abrirse paso en Jeonghan . Jadeó de angustia al sentir a Seungcheol presionándose contra él de manera animal. Sentía que el ojimiel lo rompería en cualquier momento.
Sus bocas estaban fusionadas y la lengua de Seungcheol le recorría su pequeña cavidad Bucal. Era lascivo y hambriento, un beso escabroso e inmoral donde sus salivas, espesas, se mezclaban en una sola. Donde sus respiraciones salían entrecortadas.
Jeonghan jamás había sido besado de esa forma, tan lasciva y picante.
Seungcheol se follaba su boca con aquel beso, no le daba la oportunidad de pelear, de siquiera intentar mover su lengua por voluntad propia. Lo guiaba con malicia; succionando, mordiendo y tironeando.
En un punto,Seungcheol soltó sus muñecas y Jeonghan , sometido y manso las llevó hasta el cuello de Seungcheol , rodeándolo como un borracho que debe sostenerse para no caer. Bien decía, estaba embriagado de Seungcheol .
Seungcheol gruño, ronco y fastidiado ante la acción de Jeonghan , y aun cuando el médico debería haberse retractado, quitar sus brazos del cuello del convicto, no lo hizo. Se restregó aún más en el ojimiel, gimiendo dulce y sumiso.
Seungcheol llevó sus manos hasta los glúteos de Jeonghan, levantándolo del suelo y haciendo que este enroscara sus piernas a su cadera.
"Dulce" Susurró Seungcheol cepillando el borde del labio superior de Jeonghan con la punta de su lengua.
"¿S-sí?"
"Demasiado" Contestó con una sonrisa impúdica y el entrecejo fruncido "Como el buen veneno"
Sus erecciones se sentían por debajo de la ropa. Duras y palpables.Jeonghan tembló al sentir a Seungcheol comenzar a frotarse contra él. El convicto era impúdico, todo lo que hacía en Jeonghan era hiriente y placentero a la vez.

Volvieron a juntar sus bocas en un beso profano.
Jeonghan sentía que su lengua en cualquier momento se derretiría, que su corazón dejaría de latir, agotado por la cantidad de sangre bombeada. La sensación de estar encajado en el cuerpo de Seungcheol , de ser sometido a su voluntad, estaba creando un sentimiento vertiginoso en su vientre.
Hundió sus dedos en la corta cabellera del hombre, presionando con la yema de sus dedos en un gesto que indicaba, quería más.
Seungcheol tironeó de su labio inferior, ronroneando de placer ante el descaro de su corderito.
La puerta que les proporcionaba intimidad sonó cuando alguien al otro lado de esta comenzó a golpear.
Jeonghan soltó un gemido ahogado y Seungcheol simplemente ignoró la presencia invasora.
Los golpes continuaron, sacándole a Seungcheol un pesado gruñido de molestia. Terminó el beso y giró el rostro en dirección a la puerta.
"¡Váyanse!" Gritó con voz ronca una vez antes de atacar nuevamente los rojos e hinchados labios de Jeonghan.
"Emperador. Llegaron los nuevos..." Dijo una voz temerosa al otro lado de la puerta.
Jeonghan sintió la pérdida cuando Seungcheol se apartó de golpe. Limpiándose la comisura de sus labios y volteándose para salir del camerino. Abrió la puerta, mientras el de ojos marrones se desmoronaba, respirando con dificultad y aferrándose como podía a la pared para no caer al suelo. Su mente aún se encontraba borrosa.
"¿Ya están aquí?" Preguntó Seungcheol .
"Sí, el bus ya se estacionó pero aún no bajan"
"De acuerdo. Vamos" Seungcheol no volteó a verlo, simplemente salió del lugar dejándolo desmoronado y solo. Con una horrible erección en su entrepierna y demasiado confundido. Jeonghan se llevó una mano al pecho y botó una enorme cantidad de aire, con los ojos fijos en el techo y sus pensamientos disparados en distintas direcciones.
¡Lo había disfrutado!

Corderito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora