SOMBRAS DE GUERRA

Prólogo

Camille, una muchacha Francesa que quedó atrapada entré el conflicto de Alemania nazi y los otros países de Europa, sobrevivió a los estragos de la guerra junto con sus padres, quedaron en la ruina total y muy poco tenían para comer. Después de finalizar la guerra justamente cumpliendo sus 20 años de vida, intenta retomar todo con normalidad a pesar de el problema económico que sufrió Alemania.

Su travesía le llevo a conocer a Tom, un ex soldado nazi que sufrió y soporto un infierno verdadero en la guerra, su cordura quedó no muy sana después de eso, sufrió humillación pública por parte de los soldados rusos que invadieron Alemania, mataron a sus compañeros en sus ojos y lo dejaron vivo con la conciencia totalmente dañada.

Ambos viven un romance que termina mal, sus severos problemas lo llevan a ser un hombre lleno de ira , celos e inseguridades y se obsesiona de Camille a tal punto de atentar con cualquier vida que se le atraviesa.

[...]

Camille Beaumont

Observé desde lejos como los soldados rusos asesinaban a los generales nazis, miraba con atención como pedían piedad, mientras que los rusos murmuraban palabras que eran desconocidas para mí. Mi madre insistió en no venir aquí y que yo no viera está escena, pero mi padre afirmó que no podíamos faltar.

Siento lastima por aquellos hombres, son como mi gente, ellos solo obedecían órdenes del Führer no podían faltarle.
La multitud de gente miraba sin decir nada, algunas mujeres que supongo que son familiares o esposas lloraban, nadie se atrevía a hacer nada, nada de nada, me pareció injusto, ellos pelearon para defender el honor de éste país y así es como los despresian y dejan que los rusos hagan lo que sea con ellos.
Ví como un hombre agarro a un soldado y le dió tantos golpes que su rostro se desfiguró, tomo la soga de la horca y lo condenó a muerte, los rusos reían ante la situación.

- ¡Teper' oni ne takiye khrabryye, chertovy natsisty! (Ahora no son tan valientes, malditos nazis.) - grito un ruso mientras reía a carcajadas.

Mientras ellos reían sus víctimas lloraban, algunos se orinaron en sus pantalones o expulsaban excremento. Que sensación tan fea sentí y no era ellos. Que crueldad, son humanos inocentes a los que deberían castigar es a sus superiores que disfrutaban de las comodidades mientras ellos luchaban en vano para defender a una nación que ya estaba condenada.

Escuché el llanto de un niño que se soltó de los brazos de su madre y corrió a abrazar a su padre quien estaba arrodillado esperando la hora de su muerte. La madre del niño siguió sus pasos y abrazo fuertemente a su pareja. Los rusos miraban con fastidio la escena y tomaron al niño del brazo y lo empujaron hacia la multitud, la señora se aferraba a su esposo mientras aceptaba igualmente la hora de su muerte.

- ¡Mamá! - lloró el niño desconsoladamente.

Otra señora lo tomo entre sus brazos evitando que corriera de nuevo.
Me acerqué más al frente para observar detalladamente lo que iba a ocurrir.
El soldado le disparó a la señora y luego a su esposo. El niño comenzó a llorar y una lágrima salió de mi ojo.

Mire a todos lados desesperada, la gente no hacía nada, es una completa injusticia, fijé mi vista al frente y lo ví..

Unos ojos azules como el cielo despejado, estaba ensangrentado y con mugre pero eso no le quitaba la belleza perfecta que reflejaba. Su mirada transmitía tristeza, ira, arrepentimiento, no lograba descifrar qué pero causo un sentimiento tan profundo en mis entrañas que creo que jamás voy a superar. Se notaba que estuvo llorando, tenía los ojos cristalinos y levemente irritados.

- ¡Cómo se te ocurre traer a tu hija a ver semejante situación! - el grito enojado de mi madre se escucha entre la multitud, ella me toma del brazo y me arrastra hasta la parte de atrás, mi padre nos seguía.

- Ella ya no es una niña, tiene que ver la realidad de las cosas. - Mi papá tiene razón.

- ¡Claro que no!, ya nos basto con la guerra.

Si bien mis padres siempre han tenido desacuerdos mutuos.

- mamá, ya vámonos a casa, ¿sí?, estoy algo agotada. - no mentía, ya estaba fatigada.

Tomamos el transporte para que nos llevará a casa, a medida que nos profundizamos en el pueblo se podían observar los daños causados por la guerra, algún que otro ruso golpeando a un alemán, podré no tener nacionalidad alemana, pero siento que es mi gente y me duele ver el país en esta terrible miseria.

-Personajes:

"Amo todo de tí aunque me hagas daño"

"No me conoces realmente, alejate de mi mientras tengas oportunidad"

"Yo sabía que algo andaba mal con él, pero no me entrometí y ahora me arrepiento".

"Cásate conmigo, vamos a vivir juntos, es la única manera de deshacerte de él".