Dousha Bao

Capítulo 40

El gerente del departamento de secretaría hizo una llamada interna antes de que Liu Heng fuera a recoger a Dousha: "Sr. Liu, todo está hecho. La habitación y el baño de invitados han sido limpiados según su orden".

"Está bien, gracias".

Liu Heng condujo hasta el jardín de infantes para recoger a Dousha. Mientras esperaba en el semáforo en rojo en la carretera, hizo varias llamadas a Wang Yincheng, pero nunca logró comunicarse con él. Liu Heng estimó que Wang Yincheng estaba muy ocupado en el trabajo, por lo que le envió un mensaje de texto y le pidió que volviera a llamar cuando estuviera libre.

Dousha ha estado sumergido en burbujas rosadas y naranjas grandes y pequeñas durante todo el día. Él se ha comportado muy bien, jugando, dibujando y cantando en clase. Incluso la maestra descubrió que Dousha ya no era tan espinoso. Como nunca, el rostro del niño se llenó de alegría. Él fue muy suave e inocente. Para empezar, es lindo, sus ojos inocentes hacen que la maestra se sienta extremadamente feliz. ¡Él es muy guapo y de buen comportamiento, por lo que a ella le gustó más!

Liu Heng fue al jardín de infantes a recoger a Dousha. Llegó un poco temprano y se quedó esperando solo en la puerta. Dousha giró la cabeza y miró hacia afuera, solo para ver a su padre parado solo, pero estaba la naranja grande que él estaba pensando. Dousha estiró el cuello y miró hacia afuera varias veces para confirmar que Chengzi no había venido a recogerlo y se sintió un poco infeliz. Pensó ¿por qué no vino Chengzi hoy? ¡Pequeña naranja todavía está esperando que la gran naranja lo recoja!

Liu Heng sacó a Dousha del jardín de infantes y lo llevó al auto. Cuando se estaba abrochando el cinturón de seguridad, Dousha se acostó boca abajo y le preguntó a Liu Heng: "Papá, ¿por qué no vino gran Chengzi?"

Liu Heng miró a Dousha de reojo, frotó la cabeza del niño y pensó para sí mismo: ¿Este niño realmente está empezando a llamar a Wang Yincheng, Chengzi (naranja)? ¿Wang Yincheng huele a naranjas? ¿Por qué él no lo olió antes?

"Ha estado ocupado con el trabajo recientemente".

La cabeza del pequeño Dousha se volvió y de repente pensó que no debió venir al jardín de infantes hoy. ¡Debería seguir a su gran Chengzi y ser una pequeña cola!

Dousha dijo inmediatamente: "Mañana no iré al jardín de infantes. ¡Quiero seguir a Chengzi!"

"¡No!" dijo Liu Heng con severidad.

Los niños de la edad de Dousha siempre sienten más o menos repulsión emocional por la escuela. Pueden encontrar cualquier razón para no querer ir a la escuela. Liu Heng nunca ha retrocedido ni media pulgada cuando se trata de la educación del niño.

"¡Pero Chengzi no vino a recogerme!"

Liu Heng puso en marcha el coche y miró a Dousha por el espejo retrovisor: "Debes ser obediente e ir a la escuela. ¡Chengzi definitivamente vendrá a recogerte mañana!"

"No eres Chengzi, ¿cómo lo sabes?"

"¡Papá simplemente lo sabe, siéntate y no te acuestes boca abajo!" Liu Heng dijo en serio.

Wang Yincheng no vino a recoger a Dousha. Dousha actuó como un niño y comenzó a dejar de hablar. No importa lo que Liu Heng le dijera, no dijo una palabra. Se sentó en la parte de atrás y tarareó, con el cuello hacia un lado, simplemente ignorando a Liu Heng. Liu Heng vio que Dousha estaba en silencio, por lo que no tuvo más remedio que no decir nada más y regresar con el niño.

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Liu Heng abrió la puerta, y Dousha rápidamente la empujó, se quitó los zapatos y pisó el suelo descalzo, saltó al sofá y miró a Liu Heng en silencio, frunciendo los labios en señal de protesta. Liu Heng se cambió los zapatos y entró, dejó la pequeña mochila, se quitó el reloj y luego cargó al niño hasta el segundo piso. Dousha pateó con sus pantorrillas en el aire, pensando que Liu Heng iba a azotarlo. Pateó y luchó con todas sus fuerzas, pero aún así se mantuvo en silencio. El niño era tan terco que diez vacas no podrían detenerlo.