Jimin con lágrimas en los ojos, corrió hacia la salida de la casa para luego salir corriendo de esa casa.
Porque la gente era tan despiadado con él? Con mucho dolor Jimin corrió hasta un parque cerca que había.
En cuando se sentó sobre uno de los asientos que disponía el parque Jimin se hecho a llorar, el había creído en la señora Kim...
Esa mujer quien lo había recibido con lo brazos abiertos y que le había dicho muchas cosas ahora era quien más daño le quería hacer.
Porque esa mujer quería quitarle a sus bebés? Porque quería llevárselos? Jimin no había hecho nada malo para que le hicieran semejante daño.
En medio de su llanto le llegó un mensaje de Jin, Jimin sintió lástima por su amigo... El naranjita sabía perfectamente que su amigo no sería capaz de hacerle daño, ni a él ni a sus hijos.
"Minnie, dónde estás? Ya es tarde...quieres que pase por ti"
Jimin sintió un nudo en la garganta pero decidido se prometió no volver a esa casa, no quería tener a gente tan mala con él.
"Lo siento Jinnie, me olvide decirte que hoy no iré a tu casa" respondió Jimin en un mensaje.
"Seguro? Puedo ir por ti, sabes que no me gusta que estés fuera de casa" Jin respondió de inmediato.
"Descuida Jinnie, estaré bien" fue lo último que respondió Jimin antes de apagar su teléfono.
Y por segunda vez en su vida, Jimin se dio cuenta que estaba solo, no tenía muchos amigo... Jin había sido el único en recibirlo en su casa y ahora que no quería volver a ese lugar estaría nuevamente en la calle.
Un poco más calmado Jimin se levantó de aquel asiento y camino, camino duran muchos minutos hasta que decidí dormir en un hotel.
Con el poco dinero que tenía en sus bolsillos Jimin rento una habitación para pasar la noche, cuando entro en esa habitación Jimin se sentó sobre la cama que había y miro el lugar.
El naranjita sentía como su cuerpo pesaba y con un gran cansancio notorio, Jimin se acostó en la cama para después quedar profundamente dormido...
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A la mañana siguiente, Jimin percibió un rico olor a huevos fritos... Con un poco de flojera se levantó y luego se sentó sobre la cama aún con los ojos cerrados.
La cama se sentía un poco más blanda? Confundido Jimin abrió sus ojos, miro a su alrededor y entro en razón.
Esta no era la habitación que había rentado la noche anterior! Cómo pudo se levantó de la cama y corrió hasta la puerta para verificar si estaba abierta.
En cuento tomo la perilla está se abrió con facilidad, con sigilo el naranjita salió de la habitación.
Con paso lento camino hasta que se topo con las escaleras, diviso por última vez el lugar pero no al parecer no había nadie.
Con cuidado bajo al primer piso pero en cuento estaba a punto de caminar vio como una mujer mayor se le acercaba.
-Buenos días amo Jimin, se encuentra bien? -pregunto la mujer con una sonrisa-
Amo? Esa mujer lo acababa de llamar de esa manera? En cuento Jimin iba a responderle escucho pisadas detrás suyo. Confundido miro había atras llevándose consigo su cara de sorpresa. Que hacia el aquí?
-No te preocupes nana, Jimin está bien...solo está algo confundido -respondieron-
La mujer asintió y después se fue dejando a los dos chicos mirándose mutuamente..
-Que hago yo aquí? -pregunto serio Jimin-
-Pense que te alegrarías de verme, cariño -dijo con una sonrisa de lado el hombre-
Jimin no quiso hablarle más y se acercó a una gran puerta, que supuso que era la salida. Pero su andar fue detenido cuando sintió un agarre en su brazo.
-No te vayas, fue una broma -dijo el hombre-
El naranjita no respondió y aparto la mano del individuo de él para seguir cambiando.
-Porfavor, Minnie -hablo dulcemente-
-No me vuelvas a llamar así en tu perra vida -grito Jimin molesto-
El contrario se quedó estático al escuchar el grito de Jimin, estaba muy alterado el naranjita.
-Jimin, hablemos.. -rogo una vez más-
-Hablar de que Min? Hablar de que? -dijo serio-
-De nosotros....
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