Sempiterno

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Solo silencio a mi alrededor ante unos ojos amenazantes esperando que desaparezca de su vista, no iba a pasar, no es la primera vez que estoy en este lugar y no será la última vez que lo visite. La dirección era aburrida para otros, pero para mí era el lugar perfecto para mi obra maestra que aún no estaba terminada. Frente mío estaba el director, temido por muchos, excepto para mí.

—En mi vida conocí una gran multitud de estudiantes, pero tú eres quien representa la falta de disciplina y vergüenza para tus padres—Estaba más que furioso, este chico era el único que no le importaba seguir mis reglas ordenadamente, por su culpa puede llegar a ver una multitud de alumnos maleducados y toda la culpa sería de él—Que dirás en tu defensa—La mejor forma de dominar a un alumno es amenazar con lo que más quiere ¿Separarle con sus amigos? No, de alguna forma, el chico se lleva bien con todos y todos quieren estar cerca de él ¿Alejarla de su hermana? Podría ser, pero no parece afectarles estar lejos el uno del otro.

—Sí, han etiquetado mal los químicos, no es mi culpa que haya pasado esa explosión—Aunque pensándolo bien, esta vez no era culpa suya.

—En serio crees que me creería esa mentira, cada error cometido es anotado, si cometes otro sería una pena para tus padres—Me volteé a buscar mi libro de anotaciones, perdí la cuenta de cuántos alumnos había expulsado en este año, cada falta hacía el reglamento podría ser su posible expulsión— Acá está cada error que cometiste, problema y revolución tuya— El libro era grande y grueso, también sería el primer alumno que necesitaría un segundo libro.

—Y cuál es el punto— Estoy molesto, hoy se suponía que iba a estar en casa de mi padre por su cumpleaños y no acá, más peor es que a Verónica le permitieron faltar y a mí no— No todos los problemas lo me cometí yo y usted sabe que digo la verdad— Entre brazos cruzados me aguante más mi molestia.

—Tú…— Aclamo el director, si ese niño hubiera sido su hijo claramente ni tendría la valentía de verle a los ojos, hasta ni pestañear.

—¡Director! Me acabo de enterar de que Dexter estaba acá, se va a perder sus clases si sigue aquí— Este niño de nuevo se metió en problemas, según sus compañeros él estuvo calmado hoy sin hacer escándalo, pero parece que eso no detuvo que esté presente de nuevo en la dirección.

—Que bueno que llegaste Faustita—La molestia en su voz era notable, Dexter, Dexter… Vengo a sacarte de este problema y tú lo haces enfurecer más.

—Señor director, que bien se ve hoy, ¿No le molestaría que me lleve a Dexter y cumpla sus deberes, no es así? Se le está acumulando el trabajo y eso no es bueno—Estaba a punto de llevarlo, debo hablar con este niño, sea su culpa o no debe preocuparse.

—¿En qué momento le permití que se lo lleve?!—Solo hubo silenció en el lugar—Quiero hablar seriamente con usted estando Dexter presente— Estaba nervioso, no estaba mal el orden, pero el director lo llevaba demasiado lejos.

—Tiene una sola oportunidad él para no ser expulsado—Yo y Dexter quedamos callados, mire al chico y este estaba conmocionado —Hoy mismo en un rato llegarán los inspectores de educación, si él nos da una puntuación tan alta no tendrá problema de seguir estudiando por ahora— Chantajear al chico no estaba mal, podré utilizarlo a mi beneficio por fin—Pero si él comete algún error él será expulsado, tú lo vas a vigilar y si no lo vigilas y si no sale él dando una buena impresión, tu título de maestro dejará de ser válido— No salgo perdiendo si se van los dos o se quedan, podré yo dominar como quiera a Dexter, si va a molestar entonces que al menos me sirva de algo—Ustedes deciden—

Dexter y Faustita se miraron y Dexter pensó—No me importaría tanto ser expulsado si no estuviera acá Leonardo y Verónica, pero si sale mal mi maestro se llevará peor parte por mi culpa, no es un mal maestro solo que me hace dormir al recordarme el reglamento escolar ¡Eso es aburrido!—

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