Maratón 4/4
Capítulo 8.
Reconciliaciones y atrasos.
— ¿Qué haces aquí? —preguntó Skylar.
— ¿Es que ahora ya no puedo salir a caminar?
— Tienes razón —suspiró—. Lamento lo de hace rato, Jay. Es solo que me puse frenética, jamás me imaginé que pudieras tener algo así, y la manera en la que me dijiste todo...
— Lo sé —la cortó—, y debo disculparme por eso. Me comporté como un quinceañero despreocupado de la vida teniendo ya dieciocho —la pelinegra rió—, sé que debía haberte explicado mejor pero sabes que odio...
— Si, si ya se —interrumpió—. Odias preocuparme por cosas insignificantes.
— Exacto.
— Bueno, ya que eso está resuelto, ¿que te parece si regresamos al hotel? Parece que va a llover.
— Dudo mucho que llueva en estos tiempos.
— Solo camina y calla.
Los dos adolescentes comenzaron a reír y se regresaron al hotel, pasando antes por una heladería que estaba cerca.
Ya en su habitación, ambos chicos decidieron que ya era hora de dormir, ya iban a dar las 10 de la noche así que se acostaron y ambos quedaron en un profundo sueño.
Un ruido.
Un molesto ruido se escuchaba y no tenía idea alguna de lo que ocasionaba ese ruido.
El castaño se levantó con pereza, observando su celular, el cual no dejaba de sonar, al ver la hora agrandó los ojos. Era extremadamente tarde, eran las seis cuarenta y tres de la mañana y debían estar en el aeropuerto a las siete.
Desesperado, le tiró un zapato a su amiga ocasionando que esta despertara enojada.
— !¿Qué diablos te sucede Alexander?! —espetó furiosa.
— ¡Sucede que faltan quince minutos para que nuestro vuelo se vaya y aún no estás lista!
La pelinegra lo miró con una ceja encarnada.
— ¡¿Y por eso me avientas un zapato?! Además, tu sigues en ropa interior así que no molestes.
— ¡Solo apúrate!
Dicho esto, Jayden se metió al baño dejando a Skylar arreglando las cosas. Esta, enojada, comenzó a empacar todo sin importar qué cosas eran de quién y en qué maleta las metía.
Unos minutos después, Skylar y Jayden salieron corriendo del hotel con sus maletas en mano, habían tenido otra discusión por la manera en la que la pelinegra había arreglado las cosas pero al observar la hora decidieron dejarla de lado e irse. Pararon un taxi y le indicaron el lugar de destino, agregando un "Apúrese porque llegamos tarde".
Ya en el aeropuerto se fueron corriendo hacia el lugar de abordaje. Por cómo iban ambos, la gente pensaba que estaban dementes, incluso había algunas personas que los veían con cara de pocos amigos. Al verlos, un guardia los detuvo.
— Disculpen jóvenes pero no pueden correr en el aeropuerto.
— ¡Pero vamos tarde para nuestro vuelo! —replicó el castaño con desesperación.
— Señor —el guardia parecía incómodo, como si les tuviera lástima—, los vuelos comienzan a salir a las siete de la mañana.
— Sí, eso lo sabemos. ¡Por eso vamos tarde!
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Nunca me dejes [Actualización lenta]
Teen FictionLa vida de Skylar tuvo un inicio difícil, su madre murió y fue abandonada en un orfanato a los siete años por nada más y nada menos que Robert Scheller, su padre, al llegar al orfanato conoce a Jayden, un pequeño de nueve años que sufría de abuso...