Capítulo 1

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Las pesadas puertas de láminas de acero que llevaban al interior de la sala de urgencias, del hospital Mae Fah Luang en Bangkok, se abrieron de golpe cuando entraron los camilleros a la carrera; en la camilla era trasladada una mujer castaña, de no más de treinta y cinco años con una pierna rota, la fractura del hueso era tan brutal que le había atravesado la piel debajo de la rodilla y la cubierta de vinilo negra estaba empapada de sangre que emanaba de la herida.

-¡Sara llama a un médico ahora mismo! Esto no se ve bien.-dijo Heng uno de los encargados de la ambulancia que había respondido a la llamada.

-Estamos de suerte Heng, la diosa de los huesos acaba de terminar una cirugía y ahora podrá descender de las alturas, le avisé en cuanto recibí tu llamado.-contestó Sara, acariciando la cabeza de la paciente tratando de tranquilizarla hasta que la doctora bajara a verla.

-Otra vez pronunciando mi nombre en vano ¿enfermera Nakhon?.-susurró la doctora al oído de la enfermera colocándose detrás de ella.

La voz grave y sexy le produjo a Sara un escalofrío en la espalda y pensó que si hubiera menos diferencia de edad ya habría intentado algo con la joven mujer.

-Doctora la estaba comparando con una diosa, ¿cómo puede tomárselo a mal?.-preguntó Sara.

-Está bien Sara, ¿qué tenemos aquí?.-preguntó rodeando a la enfermera.

Sin fijarse en la cara de la paciente, la atención de la doctora se dirigió de inmediato a la herida de la pierna, se olvidó del ruido y el caos de Urgencias y se concentró por completo en lo que parecía ser una fractura meseta tibial, tras dar órdenes pidiendo radiografías y análisis de sangre, dirigió al fin su mirada hacia la camilla para hablar con su paciente.

Cuando se fijó en la cara mojada por las lágrimas de los acuosos ojos ámbar dorados, los recuerdos del instituto inundaron su mente y la doctora tuvo que sostenerse de la camilla al sentir sus rodillas ceder.

-Bec, cariño ¿eres tú?.-preguntó desconcertada.

-Freen ¿qué haces aquí?.-preguntó la castaña al tiempo que secaba sus lágrimas, éste sería el día más humillante de su vida dejando de lado su herida.

-Estoy aquí para curarte la ¿nana? así es como decía tu padre ¿no?, por lo que he visto tienes una fractura grave justo debajo de la rodilla y es para cirugía; un par de clavos y quedarás como nueva, la enfermera Sara te dará codeína para el dolor, una vez que vea tus radiografías prepararemos el quirófano para la intervención.

-¿Eres cirujana?

-No, la verdad es que soy la cocinera, pero estamos escasos de personal en éstos momentos por lo que el estado espera que todos aquí colaboren; escúchame Rebecca si quieres que te opere otra persona no me ofende, así que piénsalo; volveré en cuanto estén tus radiografías ¿ok?

Sin darle a Becky la posibilidad de responder Freen se apartó de la camilla; pasándose la mano por su cabello alborotándolo un poco, un claro gesto nervioso que tenía desde pequeña.

Se dirigió hacia el puesto de enfermeros para rellenar el formulario de ingreso de la castaña; la emoción por volver a verla llevo a Freen a pensar que no seria mala idea que otro galeno se encargara de su cirugía.

Tenían un pasado, un pasado que Freen había intentado enterrar.

Perdida en sus pensamientos no vio a Billy quien se paro a su lado, una de las pocas personas que conocía desde la infancia y con quien siguió en contacto era su mejor amigo, quien era Jefe de Pediatría del Hospital.

BROKEN HEARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora