Capítulo 2

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🧡

-Doctora Chankimha ¿podría responder unas preguntas para mi familia y para mí?.-preguntó la anciana que estaba en la sala de espera.

Aunque habían estado en la consulta prequirúrgica, seguían sin comprender que debían esperar del postoperatorio tras la operación de reemplazo de cadera a la que acababa de someterse el marido de la anciana.

Los cuatro residentes y dos enfermeras que estaban con el carrito de cuadros clínicos esperaban mientras Freen contestaba todas las preguntas, tanto las de la anciana como las suyas.

La doctora era muy tenaz y firme con sus alumnos, pero muy servicial y suave con sus pacientes y familiares; era considerada como uno de los médicos más compasivos del hospital respecto al trato con los pacientes; era una de las cosas que había aprendido de su padre durante los años en que lo había acompañado por la sala de enfermos.

Cuando acabo con la familia Banchong, Freen se dirigió a las demás habitaciones para realizar visitas de rutina con su equipo, al ser profesora en la facultad de medicina tenía una fila de estudiantes que la seguían; algunos pacientes se atemorizaban al ver tantas batas blancas alrededor de sus camas, y Freen debía explicarles por qué estaban ahí.

Tras sacar del carrito de cuadros clínicos la carpeta que correspondía a Becky y comprobar que todo estaba bien, Freen despidió a sus alumnos y fue a la cafetería; pero en el camino decidió dirigirse a un local de comidas cerca del hospital y encargó algo para llevarle a la castaña antes de ir a verla.

-Traigo regalos, puesto que no te gusta la comida del hospital.-bromeó Freen al entrar.

Becky estaba sentada en la cama mirando por la ventana con aire de tristeza; con los rayos de sol que entraban con abundancia su cabello parecía oro y su rostro tenía ese aspecto juvenil que recordaba Freen.

-Mi ángel guardián, siempre lo has sido, ¿verdad Freen?.-al hacer la pregunta, Becky no pudo evitar que se le salieran algunas lágrimas.

Llevaba sentada toda la mañana, repasando las decisiones que había tomado y lo que le habían costado.

-Si me dejas, puedo volver a serlo Bec.-dijo Freen sentándose en la cama al lado de la castaña, cediendo a sus deseos más íntimos.

-Puede que ya sea demasiado tarde, cariño, ¿quién me querrá ahora? Mírame.-contestó Becky señalando su pierna.

Pensando en que Becky necesitaba tiempo, Freen cambio de tema y pregunto por su familia.

Se alegro de saber que Charlotte era peluquera y trabajaba en Chi Salon, una de las peluquerías más importantes de la ciudad; en tanto que el padre de Becky murió hace cinco años de cáncer de pulmón, por lo que aparte de Charlotte, Som era prácticamente la única familia que le quedaba a Becky.

-¿Quieres que llame a Charlotte y le diga dónde estás?

-No te molestes chica bella y pudiente.-bramó Charlotte desde la puerta.

Había cancelado todas las citas que tenía ese día después de recibir la llamada de su hermana esa mañana.

Charlotte condujo hasta el Samitivej con una sonrisa de oreja a oreja al enterarse de quién era la atractiva cirujana que había estado al servicio cuando ingresaron a Becky al hospital; con algo de suerte Freen no estaría enrollada con alguna zorra obsesionada de la alta sociedad que hubiera que eliminar.

-Pequeña Kob mírate, estás estupenda, ¿es cierto que las castañas se divierten más?.-preguntó Freen, levantándose de la cama para saludarla.

-Sal conmigo alguna vez y lo sabrás doctora, ¿cómo está mi hermana?.-preguntó mirando hacia la cama.

BROKEN HEARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora