Capítulo 11

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Becky terminó la llamada con una enorme sonrisa en su rostro después de hablar con la enfermera quirúrgica del Mae Fah Luang, la mujer había respondido la llamada, ya que Freen estaba en medio de una complicada cirugía de discectomia con diez residentes observando.

La castaña sabía que ese día, en particular, sería agotador para Freen, pero de alguna manera sería el más gratificante.

Una hora después, Becky todavía no había recibido noticias de Freen, por lo que había ido a su estudio para distraerse con alguna creación; en cuanto puso las manos sobre la húmeda arcilla, su teléfono sonó, al presionar el altavoz para responder la llamada, antes de poder decir algo, la voz favorita de Becky llegó por la línea.

-Hola, bebé ¿cómo está tu día hasta ahora?.-preguntó Freen.

-Hola amor, bien pero te extraño; te fuiste tan enojada en la mañana que no recuerdo haber recibido mi beso de despedida.

-Mi amor, sabes que nunca me iría sin besarte primero, ¿qué prepararás para el almuerzo?.-preguntó Freen.

-Freen, son las tres de la tarde amor.-dijo Becky en un tono de falso enojo.

El hecho de que Freen tuviera tan malos hábitos alimenticios mientras trabajaba, era una discusión constante entre ellas.

-Traté de comer durante la cirugía, bebé; pero todas las migajas que arrojé tendían a caer sobre mi paciente; lo siento sé que prometí hacerlo mejor, pero hemos estado allí desde las nueve, y como no regreso a casa hasta las ocho...

Freen podía escuchar a Becky reírse, lo que le indicaba que la castaña no estaba tan enojada con ella, entregando la tabla a la enfermera quirúrgica comenzó a trotar hacia su camioneta.

-¿Qué tienes en mente?

La castaña limpió sus manos con una toalla, dejando por ahora en el olvido su trabajo, no dejaría pasar la oportunidad de ver a Freen por ningún motivo.

-¿Qué tal un pic-nic en un lugar secreto?

-¿Un lugar secreto para un pic-nic doctora Chankimha? Ahora me dejas con la intriga, ¿alguna pista que ofrecer?

Becky se apoyó en el escritorio que Freen había puesto debajo de la ventana para revisar su papeleo cerca de la castaña los fines de semana y miró hacia el jardín bajo los grandes ventanales, al girarse observó los estantes que comenzaban a llenarse con las últimas piezas que había creado.

-No hay pistas, sólo sube al coche y quédate en el teléfono, te guiaré al lugar secreto.-gruño Freen, mientras tendía una manta en el suelo y se sentaba a la espera de su compañera.

-Ok amor, estoy en el estudio, dame unos minutos para tomar mis llaves.

Freen observó las grandes nubes blancas que flotaban a través de los grandes gajos de la caña fístula, estaba relativamente tranquilo, mientras se relajaba observaba su entorno, sabía que necesitaba más días como éste.

Sonrío cuando escuchó el portazo del nuevo BMW que ella y Becky habían elegido, la terca castaña era reacia a conducir un auto tan caro, hasta que Freen la obligó a sentarse detrás del volante, la pelinegra pensó que se veía sexy conduciéndolo.

-Ok, ¿hacia dónde me dirijo?.-preguntó Becky, tan pronto como tomo el volante.

-Retrocede y dime cuando llegas al final del camino.-dijo Freen, sentándose a la espera de que apareciera el auto rojo.-ok detente.-gritó al teléfono.-mira a tu derecha.

Becky giró la cabeza en esa dirección y a lo lejos, junto al gran muro que rodeaba la propiedad, logró ver a Freen; la ubicación que eligió la pelinegra sólo las haría visibles desde el camino de entrada y, como era lunes, no tendrían interrupciones.

BROKEN HEARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora