Kuroinu leyendo

Parte 2

En la sala.

Todas las mujeres presentes estaban en un silencio algo incómodo, lo leído y mostrado en pantalla sin duda fue una experiencia llena de diversas emociones e impresiones tanto positivas como negativas. Sin embargo, el silencio no duró mucho.

Maia: "¿Eso es todo?" Todas enfocaron su atención en la ex-mercenaria peliroja con duda.

Christin, dudosa. "¿Que quieres decir?"

Maia: "Por lo que el esqueleto nos mostró antes, se supone que nuestro mundo se fue al carajo gracias a kuroinu, pero acabamos de ver cómo fueron erradicados. ¿Entonces eso es todo? ¿Que hay de nosotras? ¿Acaso no tenemos relevancia?

Claudia: "Maia, estás tomando esto demaciado personal. Se supone que solo estamos aquí para..."

Maia: "¡¿Para que?!"

Alicia: "Oye te estás excediendo, cálmate un poco ¿Quieres?"

Prim: "Pienso igual, pero... Maia-san también tiene un punto."

Kaguya: "Las historia fue corta y mostró un transcurso diferente al esperado, dudo que sea el final."

Maia: "¿Eso crees? Porque como yo lo veo, esto llegó a su fin, ¡Vault está muerto, kuroinu erradicado, ¿Que sentido tendría seguir una historia cuya amenaza principal ya no existe?!"

Claudia, con tono de advertencia: "¡Maia!"

Maia estaba por gritar de vuelta, hasta que sintió un peso posarse en su hombro.

Al mirar noto una mano esquelética, alzo la vista encontrándose con la mirada de aquel que los trajo aquí en primer lugar. Las demás se llevaron una sorpresa ante su repentina aparición.

Maia reaccionó de mala manera: "¡Quítate no me toques!" Quitando bruscamente la mano del hombro.

Claudia y Alicia se exaltaron: "¡Maia!"

Celestine, preocupada: "Gaster-sama, por favor disculpela, ella no..."

Gaster alza una mano. Está bien señoritas, esto es bueno para ella. Viendo a la pelirroja.

Maia se molesta. "¡¿Que mierda acabas de decir?! ¡¿Cómo esto puede ser bueno para mí?!"

Gaster, tranquilo. "Estás molesta."

Maia: "¡¿Enserio, como te diste cuenta?!" Dice con sarcasmo.

Gaster: "Debes..."

Maia: "¡Cierra la boca!" Golpeando el abdomen del esqueleto.

Su acción impacto y asustó al resto.

Humanas/elfas: "¡Maia!/¡Humana idiota!"

Estaban apunto de intervenir, pero Gaster las miro indicando que se detuvieran.

Gaster: "Señorita Maia, usted..."

Maia: "¡Dije que te calles!" Golpeando nuevamente.

La tensión aumenta en la sala.

Gaster: "Estás molesta... contigo misma."

Los ojos de Maia se abre por sus palabras, su expresión lo decía todo.

Maia quien había llegado a su límite, empezó a golpear consecutivamente al esqueleto en el abdomen, sus golpes se notaban cargados de fuerza e irá.

El esqueleto no pareció inmutarse ante su arremetida, y lentamente, Gaster extendió los brazos y envolvió a la mujer con gentileza.

La acción hizo que Maia no pudiera seguir atacando y ahora intentaba liberarse por cualquier medio.

Maia: ¡Suelta-sueltame!"