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Fue el turno del hombre lobo para conducir por la ciudad, la ciudad parecía normal en cierto punto y sería un buen escondite aunque lo inusual es ver un autobús que venía de Yokohama cuando esa no era su ruta específica para sus salidas de la ciudad.

-Oye gato asqueroso ¿sabes a donde ir o no recuerdas donde está la casa de tu contacto? -refunfuñó William manejando por las calles y dando vueltas.

-No es en sí una casa -dijo Atsushi sin reparar en el insulto, se mantuvo neutral -es una casa de apuestas.

-Entonces dime ¿dónde está la casa de apuestas? -dijo William.

-Dos calles más a la derecha, entra al callejón que está entre la tienda de muebles y el estudio fotográfico -dijo Atsushi tratando de que no le temblara la voz.

William fue a dónde le dijo, quién sabe cómo es que el tigre sepa sobre como manejarse en las calles de Nagoya si nunca había abandonado Yokohama, pero suponiendo que el amo del tigre a parte de prostíbulos tenía negocios con los casinos. Así que se imaginó que lo había llevado en algunos de sus viajes de negocios como escolta y como entretenimiento personal, pero tampoco estaba seguro de que Nakajima sepa realmente como moverse ya que en ningún lado había un casino ya que esa no era el área del entretenimiento, solo había lavanderías, centros de copiado, una torre corporativa, el estudio de fotos y la tiende de muebles junto con cafeterías.

Era una fortuna de que ambos edificios fueran lo suficientemente altos para esconde bien la presencia del autobús en el que escaparon de la ciudad, así que todos salieron del autobús, esconder a Nanahue sería un reto si el peliblanco quería caminar hasta la casa de su contacto.

-¿Es enserio Nakajima? ¿Nos harás caminar hasta el área de casino con Mandibulin en pleno día? -reclamó el hombre lobo señalando a Nanahue que lamiendo los dientes -¿Al área de casino? ¡Por que en esta área no hay ni un puto casino!

-Deja de ladrar perro sarnoso -reclamó Atsushi tocando la puerta trasera de la tienda de muebles.

De esa puerta salió un hombre algo mayor, tenía un aspecto normal como si fuera un ciudadano común y corriente que tenía un negocio respetable, su cara parecía que se le fue el color cuando notó a los que tocaban con intenciones de llamar a la policía pero entonces Atsushi habló.

-Soy Atsushi Nakajima, dile a Alekséi que ya estoy aquí -dijo Atsushi antes de que ese hombre hiciera algo estúpido.

La cara del hombre cambió de inmediato, dejó de tener esa faceta amable para cambiar a una expresión neutra, viendo a todos lados verificando que no hubiera policías cerca.

-Él ya te está esperando -dijo el hombre -pasen rápido, un limpiador vendrá por el autobús en un momento.

Lo hicieron de inmediato pero tomó un par de empujones y jalones para poder meter a Nanahue en la tienda, el hombre los llevó a la parte trasera donde se guardaba el poco inventario para mover unas cajas revelando un viejo elevador.

-Wow -dijo Cleo al ver eso.

-Ahora sarnosito verás en donde está la diversión en esto -dijo Atsushi entrando al elevador, lo bueno era que este era lo suficientemente alto para que el hombre tiburón cupiera pero tuvieron que ir apretados por la complexión de Nanahue.

El elevador solo iba a un solo lugar, hacia abajo.

El elevador dio su marcha deteniéndose como a la distancia de tres niveles de un sótano subterráneo, era un sótano con iluminación pésima como si fueran alcantarillas de la vieja Inglaterra.

-Esto es asqueroso, ya me imagino que clase de rata de cloaca nos va a recibir. Sin ofender niña -se quejó William disculpándose con Cleo.

-No es ofensa, a mi y a Sebsatian nos gusta -dijo y la rata soltó un chillido de felicidad.

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⏰ Última actualización: Feb 19 ⏰

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