Todo arde

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Los Omegas descendientes de los Jung eran conocidos por su capacidad para pelear, Kim Taehyung y Jung Jhope habían educado a sus hijos de la misma manera. SeokJin y Jhope llegaron a la aldea Park acompañados de sus alfas, ambos eran buenos guerreros y al ser Omegas eran muy codiciados. Desde sus antepasados los Jung habían decidido que los Omegas debían ser preparados para la batalla.

Aún se contaban las hazañas de Jung Hoseok, el Omega que poseía dones impresionantes, este había convencido a su Alfa de entrenarlo, su Alfa era de la manada Kim y líder de todas las manadas.  El Alfa jamás había Sido vencido, con su fuerza y destreza en la batalla había preparado a su Omega para no ser vencido. Sus hijos llevaron está moción a cada manada, pero los Min permanecían con tradiciones antiguas pues se les había educado para pensar que los Omegas eran solo un adorno para el Alfa. Los Jung recibieron los entrenamientos de Kim Siyoung,  el hijo del líder de las manadas, con agrado, pues si aldea al ser la protectora de los Omegas había Sido golpeada muchas veces al punto de haber perdido a una Omega elegida por la luna.

Ahora solo dos manadas poseían esa libertad, los Kim y los Jung quienes siempre se enlazaban entre ellos para evitar que sus Omegas sufrieran. Yoongi observaba a Hoseok vistiéndose para entrenar a los Omegas, aún no estaba muy de acuerdo, dejar años de tradición era un tanto difícil para el Alfa. Él había Sido bendecido con la dicha de ser destinado a un Omega Kim, pero para él no era algo del destino.

— Suelta lo que está en tu cabeza.

Yoongi gruñó y se acercó a él tomando la espada de Hoseok. — ¿Hasta cuándo tu padre Jung dejará de verme como mierda?

— Hasta que no me veas como un Omega más. Él sabe que no crees en el destino.

— Eso no es pecado, es muy irracional.

— ¿Sabías que el primer Min de tu manada amó al primer Omega hijo del Sol?— preguntó Hoseok tomando su espada de las manos de su alfa, este frunció el ceño y le vio inquisitivamente.— Según la leyenda, él, Min Yoongi, pese a ser destinado a otro rogó a la luna para ser destinado en alguna vida a Jung Hoseok. Pero la Luna entró en  celos porque ella era quien debía ser la pareja de este alfa. Así que le condenó a encontrarse y separarse por muchas vidas... Siempre el dudará de Jung Hoseok y perderá la oportunidad de ser su pareja. Condenados a la tragedia, siempre tan cerca y tan lejos que no podrían amarse...

— Esa mierda no es nada alentadoras. ¿Me estás advirtiendo algo?

Hoseok rio y luego negó con su dedo índice. — Nop, soy Kim Hoseok no Jung Hoseok, solo digo que agradece que no soy ese Hoseok porque de lo contrario te arrepentirías de tanta porquería que me has hecho. — Dijo saliendo de la habitación, Yoongi lo siguió a paso rápido y lo tomó del brazo.

— ¿Aún no me perdonas?— Hoseok negó con la cabeza mostrando un rostro afligido. — Hoseok...

— Si no lo hubiese hecho no hubiese pasado el celo contigo. Solo quiero que sepas que pese a todo te amo y deberías de dejar de dudar de lo nuestro. Siempre me ves como si fuera posible un destino junto a mi, sé que hay mucha mierda en tu familia, pero si no confías en esto que sentimos solo lograrás que pasemos la misma tragedia que esos amantes.

— Te amo, demasiado te amo, solo me cuesta creer en el destino y quiero pensar en que nos hemos elegido el uno al otro y no que somos producto de los designios de la luna. Quiero creer que me has elegido porque me amas con toda y la mierda que tengo en la cabeza.

— Y así lo es. Te amo desde que era un niño y te Vi luchar contra los salvajes, solo pedía ser Omega para que tú me eligieras y me dieras tu amor. Yoongi... — El alfa sonrió al escuchar su nombre en los labios de Hoseok, luego se acercó a él y acunó su rostro. — Me gusta sentir tus manos sobre mi piel, creeme que he rezado para que nuestro amor sea mutuo y aleje cualquier destino trágico.

La Chispa adecuadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora