No sé distinguir

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Al llegar al centro de la aldea donde se hallaba el altar a la diosa Luna, Hoseok sintió algo muy diferente, estaba su celo presente, pero algo en su interior le decía que podía detener lo que fuera. Sin embargo, al verse los dos, no pudieron contener aquellos deseos y su aroma se hizo insoportable para todos los presentes. Su conexión les llevó  acercarse y cuando estuvieron frente a frente, Yoongi lo tomó de la cintura y lo atrajo a un beso. 

Para sorpresa del Alfa, Hoseok alejó su rostro de él evitando el beso delante de todos. Luego Hoseok hizo emanar su aroma y Yoongi sintió que su celo menguaba. — Nunca más me tocarás, Min Yoongi.

Aquellas palabras susurradas con seguridad y una decisión que Yoongi jamás había visto, provocaron deseo en el Alfa, pero, también, habían provocado unas ganas enormes de dominar al Omega. Este último solo avanzó hasta el altar de la luna, frente a él estaba el sacerdote de la Luna listo para casarlo. La ceremonia dio inicio y solo realizaron el juramento de la Luna, más no votos de amor como lo había soñado Hoseok mil veces. Durante la fiesta bailaron solo una vez, luego Hoseok fingió malestar y se acercó a sus padres, estos sabían que su hijo no estaría bien, pero estaban listos para destruir al alfa si llegaba a lastimarlo más de lo que había hecho.

— Hobi, eres fuerte y siempre lo he sabido, nacimos con el signo del hijo del dios Sol y somos tercos e indomables. No temas en evitar que te lastime, esos ojos escarlatas muestran que podemos consumir el mundo y nadie nos detendría.

— Lo sé, Papi. Ya no espero el amor de ese Alfa, solo deseo cuidar de mi hijo y de ustedes.

— Tus hijos, recuerda que tienes don de la fertilidad y no creo que solo sea un bebé.

— Mi cachorro, te entrego a ese Alfa, pero no te abandono. Ven a mi cuando sea necesario y no te dejes dominar. Ningún hijo mío puede ser sumiso a su alfa.

Hoseok asintió y se impregnó del aroma de sus padres, luego vio a sus hermanos elevando sus copas hacia él y Hoseok sintió que no había nada que no pudiese hacer. Yoongi tomó tratando de alejar aquellas emociones que le provocaba el Omega, Ji-Ho se le acercó junto a Jungkook, quien pese a todo quería demasiado a Yoongi. — Has lo correcto, Yoon.

— No me des consejos, Ji-Ho.

— Repito, tú sabes que eres su destinado y él te ama, no desperdicies esto. Sé que no hice las cosas bien, pero no iba a dejar escapar al hombre de mi vida.

— Jeon, no quiero consejos. En este momento solo deseo estar en la cama con ese Omega y sé que no importa lo que le diga... Estará gimiendo pronto.

— No conoces la esencia de los Jung y te darás cuenta que no podrás domarlo como a tus putas.

Jungkook se alejó dejando a Yoongi en sus  malas decisiones. Cuando llegaron a la alcoba y los invitados se empezaban a retirar, Yoongi vio a Hoseok desnudándose y sonrió pensando en estar entre sus piernas. Sin embargo, Hoseok solo se acostó, se acercó a él mostrando su mirada de Alfa. — Abre las piernas Omega.

— No, te dije que no me tocarías y como ves, mi celo no está y el tuyo tampoco.

Pese a que Yoongi uso su voz de mando  solo logró que Hoseok se fuera de la habitación sin poder detenerlo. — Sabes que un Omega no puede vivir sin su alfa y menos en tu estado. — dijo antes que Hoseok cerrara la puerta, este solo le vio de reojo y le dijo.

— Aún no conoces de lo que soy capaz, en mi estado mi hijo es mi fuerza... ¿Acaso no notas un leve olor a mandarinas y vino?— Yoongi abrió los ojos asombrados, sus ojos se volvieron fríos pensando en qué Alfa se había atrevido a tocar a su Omega. Wang no era pues su aroma era de mandarinas y roble. Hoseok al ver su duda sonrió cansino. — Eres tan idiota que no has notado que tu hijo es quien me da la fuerza, no soy un puto que anda con cualquiera, tu niegas tus sentimientos y emociones provocando que nuestra conexión sea nula, pero Sangmin y Yeonjun están cuidando de su padre.

La Chispa adecuadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora