Después de la exploración con la Titan Hembra, Mikasa experimenta sensaciones extrañas por su Capitán que la salvó y tras ver una situación incomoda se dará cuenta que su relación no volverá a ser igual.
Los personajes no me pertenecen son obra de I...
Ya seeeee que había prometido dos capítulos hace como dos semanas pero el tiempo y la inspiración simplemente no se daban.
Este capítulo probablemente lo edite después, por el momento me agrada y espero que a ustedes también, no se desesperen pues aunque la historia va lento es necesario para desarrollar la historia.
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Hoy después del almuerzo Levi me pidió ir a su oficina, supongo debe ser por temas de la Legión ya que lo dijó como mi Capitán y no como su novia, no queria tocar la puerta aún asi algo en mi me dijo que lo hiciera y que oportuno ya que al entrar Hange ya estaba dentro, hice el saludo para ambos.
—Siéntate Ackerman—Tomé lugar a un lado de la capitana—Es trabajo de Erwin darte esta información pero como sabrás el Comandante últimamente esta ocupado, seré breve, creó que tu entrenamiento dió los resultados esperados, ahora solo quiero estar seguro.—Me entregó unos papeles—Saldremos a una misión en un par de días, aqui estan escritos los detalles, los vas a revisar y quiero que te alistes, es clasificada por lo que no puedes comentarle a ninguno de tus compañeros al respecto, todos los altos mandos ponemos gran confianza y esperamos mucho de ti, por favor no lo arruines mocosa.
—No lo decepcionare Capitán
—Eso esperamos todos Mikasa, ya que esto es muy importante y puede significar el progreso o el estanque de la Legión—Opinó Hange
Había tensión en la oficina y noté como ambos se dedicaron una mirada que no entendí, eso me molesto pero no me queda de otra que confiar en lo que acordamos anoche.
—Ya te puedes retirar Mikasa
—Disculpe Capitana...
—Hange, puedes decirme Hange—interrumpió con una sonrisa
—Hange...bueno quedé en ayudarle al Capitán con el papeleo
—No es necesario, puedes tomarte la tarde—concluyó Levi
Eso me dió mala espina pero tuve que obedecer, que igual mi curiosidad me gano y pegué mi oreja a la puerta.
—¿En serio tiene que venir con nosotros?—soltó Hange—Tu dijiste que no te gusta cargar con niños.
—Es orden de Erwin
—Entonces tendremos que tener cuidado, no queremos que se enteré
—Descuida, yo se como manejarla
—Eso esperó, que al menos nos sirva de algo que estes con ella
De nuevo me sentí estúpida, manipulada, me negaba a creerlo, el coraje recorria mis venas y mi corazón no queria aceptar que Levi fuera capaz de usarme de esa forma, no quise seguir escuchando, estaba realmente furiosa, las lágrimas rodaban por mis mejillas.
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