~•Capítulo 2•~

1.1K 53 10
                                    

El plan de Raya será algo complejo de llevar a cabo así que necesitaría ayuda y no hay mejor ayuda que un compinche... ¡Exacto! Esa era Craftycorn. La sobornó diciéndole que solo era para ayudarla a acercarse un poquito más a su queridísimo amigo para poder declararse como Dios manda... Pero lo que Crafty no sabe es que las cosas se retorcerán un poquitín con el paso del tiempo...

Entonces.. ¿Lo harás?— preguntó la mapache poniéndole ojitos a la unicornio.

—Es que...— contestó dudosa.

Porfi~— suplicó a su amiga para que aceptara ayudarla. Prometo que si sale bien dejaré que te quedes con Dogday.— continuó suplicándole.

Está bien...— suspiró la unicornio al fin convencida. Pero prométeme de verdad... No-me quitarás-a Dogday. ¿Prometido?— dijo la peliceleste un poco sonrojada.

—Promesa de meñique. A no que no tienes dedos-

—Bueno... Igual ¿Lo prometes?— contestó seria la unicornio.

—Lo prometo.— respondió contenta.

Mientras tanto nuestros mejores amigos estaban paseando por el verde y fresco bosque para entretener a Catnap tan siquiera un rato.

¿Quieres hablar de algo en específico?— preguntó el perro a su acompañante.

—No realmente, me da igual.— respondió fríamente el minino.

—Bueno... Yo solo quiero saber si te pasa algo, Cat. Si es algo tan personal supongo que no hace falta que me lo digas pero... Yo solo quiero ayudarte.— dijo el canino un poco entristecido y preocupado.

Um... Eso... es...— el gato se pausó.

Éste último se puso nervioso y triste a la vez. Mirando a su amigo quiso decirle todo lo que le estaba pasando pero lo único que consiguió fue que se creara un fuerte nudo en su garganta. Comenzó a lagrimear un poco y sintió pánico, respiraba rápido y su corazón iba a mil por hora. Sus intentos en pronunciar una palabra fueron inútiles y rompió a llorar. Por supuesto, Dogday estaba muy preocupado por él iba a preguntarle si podía contarle que le pasaba pero el felino no soporto haberse puesto a llorar enfrente de su amado y salió corriendo dejándolo solo en el bosque.

Corrió hacia su casa lleno de rabia y tristeza mientras lloraba mares de la impotencia. Entró y cerró la puerta de un empujón y se sentó en el suelo a llorar un rato para poder desahogarse un poco.

Empezó a sentir unos pinchazos en su pecho esto lo alteró más. No sabía lo que estaba haciendo mal para que la vida le tratara así.

Escuchó que estaban tocando la puerta, era Dogday. Él estaba muy preocupado por el gato, necesitaba saber que le pasa.

E-eh... H-hola Cat, soy Dogday... N-no sé si estás ahí o si puedes escucharme... P-pero de verdad estoy muy preocupado por tí y de verdad necesito saber que te pasa, Catnap.— dijo entrecortadamente el canino.

El gato no habló no porque no quisiera sino porque no podía, el nudo en su garganta era como una maldición. Se lo quería decir todo y no podía. Era una tortura.

—Y-yo-

Eso fue lo único que pudo pronunciar antes de desmayarse por alguna razón. Catnap cayó al suelo y un golpe se pudo escuchar, claro que el perrito escuchó esto y no dudó en abrir la puerta por si algo le había pasado a su amigo.

—¡C-cat! ¿¡E-estas bien!? Catnap contéstame, por favor...— gritó el canino preocupado.

Dogday no sabía que hacer estaba muy preocupado y sus patitas temblaban de miedo y sus ojos comenzaron a derramar lágrimas. Lo único que se le ocurrió fue llamar a sus amigos para que sepan de esto y que le pudo pasar a Catnap.

El perro fue corriendo de casa en casa, (ya era tarde y sus amigos se habían ido a sus casitas a descansar), para avisar a sus amigos de ese suceso y que le puedan ayudar.

—¿Dogday? ¿Que haces tan tarde aquí?— dijo la osita roja algo cansada. Estaba apunto de dormirse.

—C-catnap s-se desmayó y-y ayuda p-por fav-or.— tartamudeó alterado por la situación.

—Wow. A ver Dog, cálmate y respira hondo. Cuéntame más lento que pasó y porque estás tan alterado.— le dijo la osa mientras apoyaba sus manos en los hombros del perro.

El canino se calmó un poco pero seguía un poco alterado. Le explicó mejor a Bobby lo que pasó con Catnap y le ayudó a comunicárselo a los demás critters.

Cuando llegó a casa del minino la puerta estaba abierta y Dogday no la había dejado así, esto lo puso más nervioso. Los demás le dijeron que no se preocupara que lo iban a ayudar.

—Dogday, cálmate. Vamos a encontrar a Catnap. No te preocupes.— dijo Bubba.

El canino estaba llorando desesperado por su mejor amigo. No sabía que le pasaba y él solo quería ayudarlo.

En otro lugar

—Oh... ¡Ya despertase! Que bueno.— dijo una voz femenina.

Catnap se había despertado. Se sentía mareado y veía borroso. Había una sombra alejada de él. Intentó moverse pero no pudo estaba atado a lo que parecía el troco de un árbol y tampoco tenía las suficientes fuerzas para moverse más. Lo que sí tenía era la capacidad de poder hablar otra vez, el maldito nudo ya se había deshecho.

—¿Q-quién eres? ¿Dónde e-estoy?— dijo con la voz algo agotada.

—Estás en el bosque querido~— contestó aquella voz aguda.

Catnap estaba confuso ¿En el bosque? ¿Qué demonios hacía allí? Estuvo un buen rato ahí sin volver a escuchar esa voz hasta que pudo volver a ver con claridad. Y en efecto, estaba en el bosque, pero en la parte más profunda y densa de éste.

La voz nuevamente se hizo presente.

He vuelto con mis juguetes para jugar un rato contigo~— dijo la voz mientras la sombra se acercaba.

—¡¿Q-qué?!— gritó el gato nervioso.

A medida que la sombra se acercaba se iba descubriendo quien estaba detrás de esa voz tan aguda y femenina.

——>‹•°•›<——>‹†★†›<——>‹•°•›<——

Bueno hasta aquí el capítulo, (quédense con la intriga >:D). ¿Les gustó? He de decir que ese fue más divertido y largo de hacer. Pero bueno si te está gustando esta historia apóyame dándole a esa estrellita que está abajo y muchas gracias por leer!!

Eres sólo para mí~ [Catnap x Dogday]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora