Capitulo 2: "Primer día en el inti"

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Después de la salida que tuve con Dylan, revisé mi laptop y madre mía no lo podía creer, me habían aceptado en una de las mejores escuelas del país, El Colegio la Salle.

Inmediatamente le conté a mi madre, no se lo podía creer tampoco, desde hace unos días ya había aplicando para esta escuela, pero como no me habían dicho nada, pensé que no me habían aceptado, empezaba a las 9:00 am, me dirigí hacía mi habitación y me dormí viendo unos vídeos de instagram.

✨A la mañana siguiente✨

Hoy es mi primer día en la escuela, estoy tan emocionada, casi me caigo vistiéndome de lo rápido que lo hacia, organicé todos los cuadernos y lapiceras en mi bolsa, cuando iba bajando por las escaleras, un aroma espectacular chocó contra mis fosas nasales. Cuando mi madre cocinaba, el barrio entero se deleitaba, ¿ok?, me acabo de invitar esa frase.

-Buenos días mamá-la sorprendo abrazándola por detrás

-Buenos días cariño-me da un beso en la mejilla

Observe lo que estaba preparando de desayuno.

-Que haces de desayuno?, mm...huele muy bien.

-No es por presumir, pero mis habilidades de arte culinario son espectaculares.

-¡Seguro!, y quien diga lo contrario se las verá conmigo.

Ambas nos reímos, se sentía bien pasar tiempo con mi madre, como antes.

Me preparó unas deliciosas tortitas, con pedacitos de banana y un delicioso batido de fresa. Terminando de desayunar me despido de mi madre, tomo mis cosas y me dirijo hacia la escuela.

En cuanto llego, me dirijo hacia mi salón, todos se me quedan viendo, la nueva instructora me dijo que me presentara, para que así me conocieran mis nuevos compañeros.

-Hmm...hola, me llamo Alice y hoy es mi primer día en esta institución-¿Ok?, eso había sido muy incómodo

Después de presentarme, camino por todos los puestos hasta encontrar uno para mí, al rato de acabarse la clase de física, llega Dylan.

¡Santo dios!, parecía que caminaba en cámara lenta, su hermoso cabello castaño oscuro se elevaba con cada paso que daba, en cuanto me vió, se acercó a mi asiento.

-¿Esta ocupado ese puesto,chica de los tomates?

No me dejo responder y apartó mis cosas hacia un lado, me guiño un ojo, no le presté mucha atención y seguí en lo que estaba, pero aún así sentía su mirada sobre mí.

Me estaba quedando dormida en la clase de química y sentía como mis ojos se cerraban poco a poco, cuando Dylan se dió cuenta, me dió un pequeño empujón en el codo para que despertara.

-Ya se acabo la clase-pregunté totalmente dormida

-Si-afirmó

En cuanto salí del salón, me dirigí hacia el baño, me lave el rostro, haber si así se me quitaba algo de sueño, después salí hacia el patio de la escuela, era muy espacioso por cierto, hice un pequeño recorrido por todos los salones, moría de hambre, no dejaba de sonar mi estómago, alguien me toca el hombro suavemente es Dylan.

-Uhh...

-¿Que te sucede?-pregunta preocupado

-Me estoy muriendo de hambre-murmuré

-Pues vamos.

-A don...-no me dejo terminar la frase, me tomó de la mano y salió corriendo

-¡Vamos!

-¿A donde me llevas?

No le dió respuesta a mi pregunta, seguimos corriendo hasta que llegamos a un puesto de comida.

-Llegamos-avisó

-¡Ey!, porque no me dijiste que veníamos aquí.

Fue a pedir la comida y solo evadió mi pregunta otra vez, comimos unas picaditas, pescado a la talla y algunas bebidas.

-jijij-rió mientras comía

-Esta muy bueno-dije mientras comía

-¿Te gusta?

-Si, mucho-afirmé con la boca llena

-A mi también.

-¡Ey!, se nos va a ser tarde, tenemos que regresar al inti-nos apresuramos comiendo, insistió en pagar la comida y yo me negaba rotundamente, al final la terminó pagando él.

Regresamos a la escuela y nos dirigimos al salón, a terminar los turnos de clases que nos quedaban, cuando finalmente se terminaron, tomé todas mis cosas las coloqué en mi bolsa y caminé hacia mi casa, mientras caminaba sentía que alguien me perseguía, me moría del miedo, empecé a caminar cada ves más rápido, pero me alcanzó, grité lo más que pude pero una voz me impidió que siguiera.

-¡Ey!, Alice, te estoy gritando hace unos minutos que me esperes.

-Joder Dylan, me has pegado el susto de mi vida.

-Jajaja, tenías que haber visto tu cara.

-No es gracioso, me asustaste-le puse mala cara

-Ya...está bien, no se vuelve a repetir, pero no te enojes-apartó un mechón de cabello de mi rostro

-Bueno, ¿Tú vives por aquí?

-No, solo te ví pasar por aquí y pensé en acompañarte-me sonroje en cuanto dijo eso

-Jiji, ¿te han dicho que eres muy directo?

-Tú eres la primera que me lo dice, es interesante-joder los pensamientos acerca de Dylan y yo aparecieron en mi mente

Me contó unos cuantos chistes mientras caminábamos

-Eres muy malo contando chistes, ¿Sabes?-dije con una sonrisa de oreja a oreja

-Lo sé, pero aún así te hicieron reír, chica de los tomates-deje escapar una pequeña risita

-Porque me llamas chica de los tomates-pregunté con curiosidad

-Porque así fue como te conocí-dijo colocando un mechón de cabello atrás de mi oreja

Cuando llegamos a mi casa, le volví a agradecer por todo, me puse de puntitas y le dí un pequeño beso en la mejilla.

-Hasta mañana, Dylan-me sonrío

-Hasta mañana, chica de los tomates-le sonreí

✨Falsas ilusiones✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora