Capitulo 3: La Mejor Recompensa

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Pasaron tres días tras la llegada de Gojo al lugar, en ese tiempo el chico tenía que hacer los labores de la gran casa ya que eran órdenes de Kyouka, el en realidad era muy bueno para limpiar y cocinar, además con ayuda de sus increíbles habilidades físicas podía hacer todo eso en cuestión de segundos.

—Ya quedó, para ser chicas la verdad es que dejan el dormitorio hecho un asco.— Decía Gojo mientras admiraba lo limpio que quedó el pasillo.

Luego de limpiar el interior del dormitorio, el chico pasó al patio de enmedio, dónde procedió a limpiar las ventanas exteriores. Luego de unos momentos concluyó con todo el labor de limpieza por lo que dió una sonrisa de satisfacción.

—Que harían estás doncellas sin tus habilidades Satoru.— Se dijo a sí mismo mientras se quitaba un paliacate del pelo.

El chico a pesar de hacer todo ese labor no se encontraba cansado, aunque los seis ojos comenzaban a cobrarle factura ya que sin sus lentes su cerebro constantemente recibía cantidades abrumadoras de información.

En ese instante, Kyouka llegó al lugar notando el excelente trabajo del hechicero.

—Me has sorprendido, eres realmente bueno con las tareas del hogar.— Dijo la chica con una sonrisa, llamando la atención de Satoru. —Es momento de recompensarte.—

Kyouka se acercó a Satoru quién se puso un poco nervioso, ya que en días pasados la chica lo recompensaba con besos en las mejillas, abrazos o simplemente con alguna golosina u objeto, como ropa y accesorios.

Para su sorpresa, la chica le entregó un par de lentes idénticos a los que usaba en su mundo.

—Recuerdo bien lo que me contaste sobre los seis ojos, espero que estos lentes te sirvan.— Dijo la chica mientras le daba el estuche con los lentes.

Gojo los tomó y se los puso, el material era de alta calidad y le servían perfectamente.

Gojo los tomó y se los puso, el material era de alta calidad y le servían perfectamente

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—Si, me ayudarán. Gracias Kyouka.— Respondió Satoru con una sonrisa.

—Me alegra saberlo, continúa así y seguiré recompensandote.— Dijo la chica con una sonrisa de satisfacción.

Luego de eso, ella se marchó mientras Shushu lo llamaba para que preparara la comida.

—¿Otra vez? No ha pasado ni media hora desde que le preparé ese banquete.— Decía Satoru mientras entraba.

Luego de un rato, Satoru le pregunto a Kyouka sí podía llevarlo al mundo humano, ya que quería ver qué tan diferente era del suyo, la chica aceptó y le dijo que pronto iría a Tokyo para informar sobre su presencia así que él podría acompañarla.

El Esclavo Más Fuerte | Mato Seihei no SlaveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora