Capítulo 10

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Karasuno contra Aoba Josai. Los "Cuervos sin Alas" contra uno de los cuatro mejores equipos de la prefectura de Miyagi. El resultado debería ser algo obvio para todos. Aoba Josai debería estar ganando el partido con un enorme margen y con un set por delante; pero en esta ocasión no era así. Sorprendiendo a los estudiantes del Seijoh y a las personas que observaban el partido de práctica, el Karasuno llevaba un set de ventaja sobre el cuarto mejor equipo de la prefectura, con un segundo set con diez puntos de ventaja sobre sus rivales, lo que colocaba al Karasuno en un nivel por encima de lo que estaba estipulado y que los mismos chicos del Seijoh esperaban.

La aparición de otro jugador estrella y uno que pudiera seguir las colocaciones de Kageyama, fueron un descubrimiento agridulce para el Seijoh hasta el punto de obligar a Oikawa, el capitán, a entrar en el segundo set cuando lograban el saque tras marcar el siguiente punto, lo que le daba la oportunidad al estudiante de tercer año a rematar y obtener un punto por saque.

Oikawa estaba situado en la zona de saque con la bola en la mano, sus ojos fijos en el otro lado de la pista. Era uno de los mejores armadores del país y, como tal, había obtenido una fuerza impresionante en sus saques y que estos fueran mucho más firmes y entraran en la pista. Se estaba volviendo en un experto en saques y era uno de los pocos que podía realizar un saque tan firme en la escuela superior, solo superado por Ushiwaka.

El estudiante dejó que el aire abandonara su boca. Lanzó la pelota hacia arriba y dio dos zancadas, saltando hacia la bola y movió el brazo para disparar un saque directo. Sus labios se torcieron cuando el árbitro pito el punto que colocaba en el marcador y recuperaba la bola.

Con cierta burla, movió sus ojos hacia el chico con el dorsal 14 y le demostró su sonrisa burlesca; pero los ojos azules del jugador del Karasuno nunca pestañearon ni se mostraron impresionados o asustados, ni siquiera parecía sorprendido o desorganizado como sus compañeros. Se mantuvo en posición y dejó que sus músculos se relajaran mientras levantaba un solo dedo.

―¡Capitán!―gritó el Uzumaki, atrayendo la atención de sus compañeros del Karasuno―. Yo me encargo.

Esto podría haber ofendido a estudiantes de tercer año de cualquier otro instituto. El mismo Daichi debería haberse sentido molestado por la declaración del chico de primero, pero solamente dio un asentimiento y aceptó su pedido.

―¡Tuyo es, Naruto!

Tanto Oikawa como el Seijoh miraron aquella interacción con cierta confusión. El capitán meneó la cabeza y lanzó nuevamente la pelota hacia arriba y saltó tras dos zancadas, golpeando la bola como la vez anterior. La defensa del Karasuno no era importante. Sus recepciones eran las peores que Oikawa había visto en toda su trayectoria y él no era el único con esos saques potentes, pero solo estaban probando a Tobio...

Aquellos pensamientos egoístas, dieron un vuelco completo a la sartén cuando el balón cayó directamente hacia Naruto. El chico de primer año se posicionó, se colocó para recibirla con los brazos dispuestos y recibió el saque de Oikawa como si hubiera sido cualquier otro jugador. No mostró dudas, no mostró miedo. Sus orbes azules brillaron e inconscientemente pasó la lengua por su labio superior, como si acabara de probar la sangre recientemente.

"Este chico..."

―¡Kageyama!

Había sido una recepción completamente firme y perfecta. La obla pasó a la parte superior del lado de la pista del Karasuno y le permitía a Kageyama colocar la bola con perfección, que fue exactamente lo que hizo. Una vez sus ojos captaron el movimiento del pequeño número 5, Kageyama colocó la bola hacia atrás y el balón estalló en el suelo cuando Hinata remató aquella colocación como tantas otras.

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