Tartamudo de pescado salado, tan temerario como tímido.

CAPÍTULO 49

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Gu Huai'an se atragantó e inmediatamente recordó los dos platos de sopa de pollo de anoche que costaron ocho mil.

"¿No es demasiado?" Gu Huai'an cubrió con impaciencia su conciencia culpable, "Justo por ese pequeño asunto, ¿estás siendo tan delicado?"

Chi Ya realmente no quería comer. Se sentó, apoyándose la frente, sintiéndose un poco atontado en la cabeza, sin apetito.

Se sentó allí, con el brazo apoyado en la rodilla, aturdido por un momento antes de que finalmente recuperara los sentidos, miró a Gu Huai'an y de repente preguntó: "¿Tienes a alguien que te guste?"

Gu Huai'an se sobresaltó, retrocedió repentinamente, sus ojos de flor de durazno se abrieron con asombro, revelando un poco de vergüenza: "¡¿Cómo podría tener uno?!"

Soltó antes de darse cuenta de lo que dijo, y luego rápidamente agregó: "No es asunto tuyo, lo haga o no".

Realmente parecía estar siendo terco...

Las pestañas de Chi Ya temblaron.

Entonces realmente hay alguien...

"Oh, ahora lo entiendo", dijo Chi Ya con una expresión rígida, recogiendo lentamente las cosas del suelo.

"¿Qué obtienes?" Gu Huai'an estalló, "¿A qué acertijo estás jugando? ¡¿No te atreves a hablarme claramente?!"

Chi Ya: empacando cosas en silencio.jpg

Sin una respuesta, la expresión de Gu Huai'an fluctuó mientras miraba la parte posterior de la cabeza de Chi Ya durante bastante tiempo, luego se volvió hacia los objetos esparcidos por todo el suelo, "... ¿Qué estás haciendo hurgando en esto? Planeando empacar y escabullirse?"

"Se acabó todo el dinero", Chi Ya, con las pestañas bajas, recogió un libro del suelo y le quitó el polvo, "¿Cómo puedo escapar ahora?"

... Parecía así.

Gu Huai'an resopló, se subió las perneras del pantalón y se puso en cuclillas, hojeando casualmente el contenido de la caja, que eran libros de texto universitarios y cuadernos llenos de notas.

Él preguntó: "¿Por qué de repente estás pasando por esto? ¿Aún no te has graduado?".

Chi Ya no respondió, le arrebató un cuaderno de la mano y lo guardó de nuevo en la caja, luego se levantó y llevó la caja hacia el armario.

Gu Huai An se agachó junto a la mesa de café, mirándolo a punto de entrar al guardarropa, y de repente se volvió, sosteniendo una caja.

"Gu Huai'an", dijo Chi Ya con seriedad, "¿Qué pasa si, qué pasa si digo que no guardé, quédate con esas cosas?".

"-¿Me crees?"

Gu Huai'an hizo una pausa y rápidamente se dio cuenta de a qué se referían "esas cosas".

Permaneció en silencio por un momento, mirando a Chi Ya a los ojos, perdido en sus pensamientos.

Después de un rato, se burló: "¿Crees que lo creería?"

Al escuchar esto, las pestañas de Chi Ya cayeron ligeramente, pareciendo algo... ¿decepcionado?

Gu Huai'an lo observó parado aturdido en la puerta del armario con la caja, con la cabeza gacha, y luego agregó: "Ahora lo entiendo".

Las cejas de Gu Huai'an se fruncieron con fuerza.

¡¿Qué entiendes ahora?!

Pero la figura esbelta y delgada del joven ya había desaparecido detrás de la puerta de cristal del armario.