VI

119 15 5
                                    

—Te ves feliz.— El rubio levanto la mirada de su libro, encontrándose a su mejor amigo.— ¿Tan bueno estuvo tu fin de semana?

El rubio mayor sonrió, asintiendo y guardando su libro.

—Fue un buen fin de semana.— Respondió con una enorme sonrisa. Desde el sábado recordaba con detalle todo lo que había pasado con Marcy. Su rostro enrojeció y solo mordió su labio para calmar su excitación.— Tenías razón, solo tenía que llegar y decirle.

—¡Es bueno escucharlo!— Felicitó, palmeando su espalda.— Tú relación con Mia es muy importante, los conozco desde la universidad.

Claro, había olvidado por completo a Mia. No era su culpa, la Omega se había ido de viaje y ni siquiera se había preocupado de despedirse adecuadamente. Solo dejo una carta diciendo que día volvería.

No le tomo importancia y menos cuando la Omega que no dejaba de pensar había aparecido en el comedor. Sus miradas se encontraron, y una sonrisa se formo en el rostro del mayor.

—Espero que se repita.— Murmuró el alfa.— ¿Tienes algún otro consejo?

—Umm.— El menor de los dos se quedó pensando, alguna idea tenía que dar ya que la relación de Hunter no era tan privada. La pareja se la pasaba presumiendo cada uno de sus descubrimientos sexuales, desde tal posición hasta ciertos juguetes...— A veces jugamos a, ya sabes, ella me da dinero y yo le doy... algo cambio.

—¿Prostitución?

—¡No! O sea... ¿Cómo lo llaman ahora? Emira se volvió como mi Suggar Mommy.— Explicó.— Suele darme dinero, comprar cosas bonitas y cuando llega a la hora de pagar soy como, su esclavo sexual.

—Entonces le tengo que dar dinero para que tenga sexo conmigo, eso es prostitución.

—No lo veas así, suena mal.— Murmuró con vergüenza.— Esto es más íntimo, soy prácticamente su niño ahora y ella mi mami.

—Hunter, eres un hombre adulto.

—¡¿Y?! Tengo necesidades.— Protestó.— Mira, ya te di la idea. Es solo un juego de rol y si lo quieres usar hazlo, ahora deja de molestarme.

El rubio de ojos azules solo sonrió en forma de burla, pero a decir verdad le gustaba la idea de su amigo. Bueno, eso fue lo que pasó el fin de semana. Le dio dinero a Marcy y él se cobró teniendo sexo con ella, entonces, la opción era fácil pero tenía que encontrar una excusa perfecta para darle más dinero a la Wu.

Investigaría más a fondo, todas sus necesidades si era necesario, pero tenía que tener a Marcy una vez más.

O las veces que fueran necesarias...

O las veces que fueran necesarias

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Darcy, lavare la ropa.— hablo Marcy entrando al cuarto del menor.— Toda la ropa Darcy, la semana pasada dejaste tu uniforme de fútbol y lo usaste sucio, ya me contó Anne.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 22 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

•My Suggar°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora