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Julio, 2021 Francia.
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Se da cuenta de que mis ojos están clavados en ella, y en ese momento deja de sonreír, cruza los brazos y se sienta.
—Está claro que te agrada Max —suelto con una risa y me acomodo a su lado, girando mi cuerpo para quedar frente a ella.
—Siempre he querido venir a Francia, pero me explotas en la tienda —se excusa con indignación, y la miro sorprendida.
—Tú renunciaste porque te parecía mucho trabajo poner el menú en la mesa —escucho su risa y no puedo evitar unirme a ella—Vamos, admítelo —digo entusiasmada y le doy un pequeño golpe en el brazo.
—Está bien —dice resignada—Sí, agradezco a Max por traerme a Francia.
—De nada —escucho la voz de Max a mis espaldas y me giro. Me sonríe y se acerca hacia donde estamos, agachándose para dejarme un beso en la mejilla.
—No puedo creer que me hayas hecho admitir eso —suspira ruidosamente y se levanta—Mejor me voy a tomar un café.
Nos reímos de ella y, acto seguido, él ocupa ahora el lugar donde solía sentarse Caroline. Se recuesta en el respaldo y pasa su brazo por mi espalda hasta que su mano descansa en mi cintura.
