𝟭𝟳 | 𝗦𝗼𝗺𝗲𝘁𝗵𝗶𝗻𝗴 𝗰𝗵𝗮𝗻𝗴𝗲𝗱 𝗯𝗲𝘁𝘄𝗲𝗲𝗻 𝘂𝘀

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Julio, 2021
Holanda.

Julio, 2021Holanda

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Lo esperé más de una hora y no apareció

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Lo esperé más de una hora y no apareció. Finalmente, me di cuenta de que era medianoche y tendría que irme sin ninguna propuesta o, al menos, una explicación.

Mi decepción aumentó cuando descubrí que durante todo este tiempo había tenido mi diario y me lo había ocultado.

Solo espero que venga; no quiero que se comporte igual que Max.

—Julie —dice a mis espaldas, y no me muevo de mi posición hasta que lo siento a mi lado.

—Viniste —respondo, y entonces me lanzo a sus brazos buscando consuelo.

—¿Estás bien? —pregunta y niego con la cabeza mientras lo abrazo con fuerza.

—Todo este tiempo todo el mundo tuvo razón —hablo, separándome para desahogarme.

—¿Sobre qué? —pregunta, agarrando mis manos y frotándolas con las suyas, intentando calmarme.

—Sobre Max —susurro, me mira sorprendido, aunque veo cierto alivio en sus ojos—Me ha mentido todo este tiempo y lo odio, lo odio tanto que...

Las palabras salen rápidamente de mi boca, sin medirlas. Solo cuando me atrae hacia él me doy cuenta de lo que he dicho.

—Tómate tu tiempo, no me iré de tu lado —me dice suavemente. A pesar de todo, sonrío débilmente y tomo un largo suspiro antes de empezar a hablar.

—Hace una semana, Max me confesó que tenía una sorpresa para mí. No quiso darme detalles y dijo que me lo diría en persona. Dejé el tema de lado, tratando de no darle demasiada importancia, y regresé a Países Bajos. Al llegar a casa, me encontré con un paquete, dentro había un hermoso vestido blanco y una nota que indicaba dónde nos encontraríamos —hago una pausa y continúo —Llegué al lugar que decía la nota, y estaba tan contenta que lloré de la emoción —suelto una risa amarga al final aunque ni yo me creo que sea verdad.

« No quería sentarme aún en la mesa porque tenía la ilusión de que él lo hiciera por mí, esperaba con ansias ese gesto, esa muestra de cariño que siempre lo acompañaba, hasta que pasó una hora y, al final, no pude aguantar más, así que terminé sentándome en la silla. Un camarero me trajo vino mientras esperaba, y traté de mantener la calma, pero cuando volví a mirar el reloj, había pasado exactamente otra hora. Marqué mas de una vez su número pero me daba al buzón de voz.
Intenté ser optimista, pensar que tal vez era uno de sus juegos,  pero, a medida que los minutos pasaban llegó la medianoche.
Con la poca dignidad que me quedaba, me levanté y me fui del lugar, sintiendo que lo había perdido...

ᴇɴᴄʜᴀɴᴛᴇᴅ -ᴍᴀx ᴠᴇʀꜱᴛᴀᴘᴘᴇɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora