Capítulo 28: La Hoja misma

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Descargo de responsabilidad: J.K Rowling posee todo. Yo, a su vez, no tengo nada.

Agradecimientos: Gracias a mi editora, Athena Hope, así como a mis betas: 3CP, DarknessEnthroned|MJ Bradley, Luq707, Regress, Thanos y Thobeobo por sus contribuciones.

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Capítulo 27: La Hoja misma

El único sonido era su propia respiración, la luz solitaria que venía de las puertas inferiores colocada en las paredes flanqueantes. A través de esas grietas se filtra el aire rancio espeso con el aroma mohoso del pergamino desgastado.

O eso tenía.

Un viento rebelde suspiró a través del corredor abandonado y agitó el aire estancado. Le arrebató las borlas de una capa de plata que se había perdido y provocó un suave susurro de la tela lisa como el vidrio. Los pelos de su cuello pinchaban. ¿De dónde había venido la brisa?

Una estrecha escalera se materializó en la oscuridad de la forma en que un espía podría pisar suavemente desde un charco de sombras. Los escalones de piedra se enrollaron en un pozo negro como la entrada a una cripta.

Harry sabía que ninguna cripta esperaba en el suelo de abajo. La verdad era más desconcertante que cualquier mentira fantasiosa que su mente pudiera evocar.

El Departamento de Misterios.

Se limpió el sudor de las manos usando la parte delantera de su capa, pero se congeló a mitad del movimiento. La capa... No había necesidad de violar las salas o arriesgarse a enfrentar a los Indescriptibles.

Su descenso por los empinados escalones fue silencioso. No hubo clic, ni patter, ni siquiera el más débil eco de un sonido. O tal vez lo hubo y no pudo escucharlo sobre el apresurado tamboreo de los latidos de su corazón.

La piel de gallina se asomó a lo largo de sus brazos cuando entró en el pasillo cuyas paredes de piedra y puerta negra habían perseguido sus sueños durante casi un año entero, y luego plagaron sus pesadillas desde entonces. Levantó el nervio y puso los hombros. Lo que había sucedido en el pasado no se podía deshacer. Todo lo que importaba era el futuro, y regresar a casa para verlo mejor dependía de que él entrara por esa puerta.

Harry alcanzó el mango de bronce, pero la risa alta y fría explotó en su cabeza y resonó a través de él como las vibraciones de una campana gigante. Su sonido áspero se hundió en sus huesos y mordió un agujero directamente a través de su alma. Sus rodillas se estrellaron contra el suelo de piedra e inclinó la cabeza con los ojos cerrados con tanta fuerza que estaba viendo estrellas.

¿Estrellas? No había estrellas, ni ningún rastro de esa horrible risa. Solo había oscuridad y el suave sonido de los ronquidos. Sólo un sueño. Y uno que debería haber reconocido, en eso. Solo otro maldito sueño...

Harry se subió de la cama y buscó túnicas limpias. No habría dormir ahora. No mientras su mente reflexionaba sobre posibles formas de ingresar al Departamento de Misterios y buscar su investigación sobre el tiempo.

El camino al infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora