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Si Lilly pudiera describir el gran giro que dió su vida hace una semana, sin duda sería algo "extraño y escalofriante". Se sintió algo cohibida cuando vió a los Spier abrir la puerta de su hogar, dándoles la bienvenida. Sin duda Lilly estaba que moría de nervios, en menos de poco tiempo estaba pasando la cena de acción de gracias con más personas de las que esperaba, y no solo eso, Richard Spier había tocado el tema más sensible en toda su familia...
¿Y como comenzó todo? Bueno, recapitulemos.
Un día después de su salida, Mary Anne tenía un trabajo con Baily, nuevamente, y esta vez la pobre niña ardía en temperatura y no sabía que hacer, llamó a la madre, a su padre, intentó mandar algún mensaje a las chicas, pero estaba segura que le restregarian su error en la cara. Asi que llamó al 911, una muy buena elección.
Intentó mantener la calma cuando iban en la ambulancia, haciendo juegos con la pequeña, tratando de distraerla y de igual forma en el hospital, mientras esperaban a los doctores. Para mala suerte un doctor entró distraído con el expediente de Baily.
—¡Bien! ¿Como está el pequeño? Fue demasiado difícil conseguir el expediente —Al instante el semblante de la pequeña niña había cambiado a uno molesto y triste.
—Bien, ¿el pequeño Baily se encuentra bien? —Mary Anne notó como el enfermero le entregaba una bata azul a la pequeña.
—No quiero una azul —Le dijo a Mary Anne, quien con todo el valor que pudo agarrar, salió con ambos médicos al pasillo.
—Yo sé que es su trabajo, pero sería mejor si la llaman por lo que es, si tan solo dejara de mirar esos papeles se daría cuenta que tiene a una niña enfrente de usted...—Las palabras de la niñera sin duda hicieron conciencia en ambos, haciendo que fueran por una bata rosa y el doctor justo hablara con los padres.
Y lo mejor de todo es que dos personas habrían presenciado aquel acto de la morena. Entre ellos su padre, quién creyó ver a su difunta esposa abogar por los que no podían. Sonrió orgulloso, su hija había sin duda sacado la gran personalidad de su madre.
—Mary Anne —Llamó a lo lejos, viendo como su hija reaccionaba a su llamado, rápidamente yendo a abrazarlo.—Tu...realmente dijiste eso..
Mary Anne creyendo que habría hecho algo mal habló—Tenia que hacerlo papá, Baily no se sentía segura y-
—No estoy molesto —Le interrumpió.—Estoy sorprendido y a la vez orgulloso de ti hija —Y nuevamente volvió a abrazarla. Tristemente ese gran momento de padre e hija se vería interrumpido por alguien más.
—¿Richard Spier? —Llamó aquella persona que había presenciado todo en segundo plano. Llamando la atención de ambos.—Nunca creí volver a verte...
—¿Samantha? —Preguntó nuevamente con mayor sorpresa, sin duda aquel día habría sido muy especial.—¿Tu y Marcus volvieron a la ciudad?
Y después de eso, volvemos a la situación, al parecer sus padres le habían guardado el mayor secreto del mundo, y ese era que Richard Spier y su esposa eran grandes amigos del matrimonio Gustin, teniendo una gran amistad durante varios años, hasta que de un momento a otro se distanciaron, y ante está nueva noticia, Richard habría invitado a su familia.
Volviendo al inicio, fueron los primeros en llegar, quién fueron puntuales y amables de llevar el postre, Su padre junto a su madre estaban enfrente mientras ella y sus hermanos detrás, Anne era la única que se encontraba al lado de su madre, quién la abrazaba de lado. Tocaron el timbre y Lilly sintió como sus manos le sudaban. Ni siquiera sabía el por qué, pero se sentía muy nerviosa.
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Cuentos De Hadas || Mary Anne x Ocfem
Fanfiction[𝗖𝗛] " 𝘼𝙘𝙚𝙥𝙩𝙖𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙖𝙡𝙜𝙪𝙞𝙚𝙣 𝙮𝙖 𝙣𝙤 𝙚𝙨𝙩𝙖 𝙣𝙤 𝙨𝙞𝙜𝙣𝙞𝙛𝙞𝙘𝙖 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗮𝘆 𝗾𝘂𝗲 𝙤𝙡𝙫𝙞𝙙𝙖𝙧". Lilly Gustin se muda junto a su grande familia a Stoneybrook, en la casa que su padre vivió su niñez. Durante su...